Un hombre que sufría desde hace mucho tiempo de epilepsia, fue encontrado ahorcado, colgando de un palo de guácimo en un predio enmontado en el barrio El Brasil, al sur de El Difícil.
De acuerdo con lo informado por las autoridades, el suicida respondía al nombre de Alfredo José Campuzano Gutiérrez, de 30 años de edad, de ocupación jornalero, quien vivía a pocos metros del sitio en donde resolvió quitarse la vida.
Alfredo era hijo Zoila Gutiérrez y Wilfran Campuzano, fallecido, y era el cuarto de siete hermanos.
Familiares del suicida comentaron que éste además de estar desocupado y afrontar dificultades económicas en su casa, sufría de epilepsia, interacción de factores que podría haberlo llevado a tomar la fatal determinación.
Trascendió que la enfermedad limitaba seriamente su facultades para el trabajo, razón por la cual se vino hace un año de Venezuela, donde fue a buscar mejores horizontes. “Desde que regresó nunca tuvo un trabajo fijo, siempre quería estar solo y a veces se le veía muy triste”, dijo uno sus vecinos.
Lo anterior fue corroborado por su madre, quien dijo que la depresión lo golpeaba mucho cuando los patrones se daban cuenta de su enfermedad. “Alfredo trabajó en varias fincas, pero cuando le daban los ataques lo botaban”, dijo la madre muy apesadumbrada.
Su progenitora reveló que Alfredo salió de la casa hacia las cinco de la tarde del jueves sin decir para donde iba. Ya en la noche, supo por boca de algunos residentes del barrio, que lo habían visto deambular con un nylon en la mano. Añadió que como ya estaba muy entrada la noche, le tocó esperar que regresara por su cuenta.
Preocupada por la situación, Zoila decidió ayer bien temprano salir a buscarlo por todos lados, encontrándose hacia las 8:00 de la mañana con la triste escena de su hijo colgado y sin signos vitales, al otro de la cerca que divide el patio de la casa con una finca cercana.
El sitio escogido para el acto suicida, justo en medio de una tupida maleza, hace presumir a las autoridades, que Alfredo Campuzano tomó todas las precauciones para no ser descubierto. Quizás para que nadie intentara interponerse en este doloroso y definitivo viaje.
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