"POCHO" BATISTA SE QUITÓ LA VIDA


Adalberto Batista Andrade, un ingeniero pesquero oriundo de El Difícil y quien se desempeñaba en la actualidad como instructor del Sena en El Paso, Cesar, entró a formar parte de la creciente cifra de suicidios en Colombia luego de colgarse el pasado sábado 12 de septiembre de un árbol a la entrada de una finca cercana a la cabecera municipal y a la vera de la carretera nacional que conduce a la localidad de Bosconia.

“Pocho”, como le llamaban sus familiares y amigos, consumó el acto luego de bajarse de un autobús en el que se movilizaba desde Valledupar, en un viaje que inexplicablemente dio viraje hacia a su tierra natal y no con dirección a El Paso donde su esposa e hijos lo creían llevando a cabo las capacitaciones de los fines de semana como de costumbre.

Algunos conocidos que se embarcaron en el mismo vehículo en Bosconia y le saludaron, creyeron que “Pocho” Batista se dirigía a El Difícil a pasar unos días de descanso o que se proponía asistir a la misa de conmemoración del primer año de la muerte de Ana, su hermana mayor, quien a mediados de septiembre de 2008 falleció víctima de una enfermedad terminal.

Antes de colgarse algunas personas alcanzaron a verlo rondando la entrada de la finca “Puerto Rico”, entre esos el cuidandero de ese predio, quien dijo haberlo visto caminar de un lado para otro de manera extraña y cabizbajo. Algunos mototaxistas que frecuentan la vía, también comentan que observaron en el mismo sitio a un hombre de mediana contextura de características muy similares a las del muerto y al que le ofrecieron el servicio de transporte porque pensaban que se trataba de uno de los tantos viajeros que llegan a ese punto para ir a cualquiera de las poblaciones vecinas.

De un momento a otro el misterioso caminante desapareció hasta que fue avistado nuevamente al filo del mediodía por corraleros de la finca mencionada, pero esta vez colgado de un árbol muy cerca de la entrada. A Batista Andrade no lo lograron reconocer de inmediato y se le consideró todo un desconocido hasta que rayando la tarde la hija del propietario de la finca insistió en que la persona se parecía mucho a “Pocho”, pese a que estaba muy delgado y prácticamente irreconocible como consecuencia del ahorcamiento.

Los peores temores sobrevinieron cuando Batista empezó a ser contactado por su esposa y familiares de manera infructuosa. Desde El Paso siempre se respondió que el instructor nunca llegó y desde El Difícil sus familiares no tenían conocimiento en donde estaba. Pero cuando llegó desde Plato el CTI para practicar el levantamiento del cadáver y determinar la identidad del suicida, todos tristemente confirmaron que “Pocho” se había quitado la vida.

Aunque en su círculo familiar nunca se le escuchó hablar sobre una probable decisión de esta clase ni se ha hallado por ahora algún escrito suyo explicando los motivos, la versión que más encaja apunta a que la decisión pudo ser asumida tras una fuerte depresión que mostró recientemente por venir padeciendo de una afección en el colon.

La muerte de Adalberto Batista causó mucho pesar en El Difícil y en los habitantes del barrio “El Limonal” donde residía en Valledupar, lugares en los cuales gozaba del afecto y reconocimiento por su jovialidad y don de gente. La gran mayoría de sus vecinos se trasladaron a El Difícil para acompañarlo hasta su última morada.

El ingeniero Adalberto Batista Andrade era el séptimo de once hijos de la unión de Alfonso Batista Escobar y Miguelina Andrade Ospino –ambos fallecidos-. Estaba casado con Enith Ospino, matrimonio del cual quedan dos hijos: Jesús Alberto y María Fernanda. Sus exequias se cumplieron ayer en la iglesia del Santo Cristo.

6 SUICIDIOS DIARIOS EN COLOMBIA

Tras este nuevo hecho de suicidio en El Difícil, las cifras en torno a este tipo de casos se incrementan de manera alarmante. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 14 millones de personas pierden la vida por causa del suicidio cada año a escala orbital.

Brian Mishara, presidente de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, cree que este problema es de tal magnitud que cobra más vidas que "las guerras, los ataques terroristas y los homicidios". Por su parte la OMS estima que más de un millón de personas se quitan la vida cada año, es decir unas 3.000 cada 24 horas en promedio, seis de ellas en Colombia, según registros del Instituto Nacional de Medicina Legal (INML).

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