ELECCIONES O CARNAVAL

 OPINIÓN DESDE EL CONO SUR


Ricardo Andrade Pizarro
Estudiante de Doctorado
Usach, Chile


A tres meses de las elecciones de alcalde para el periodo 2012-2015, llegué a mi tierra natal, un pueblo pequeño inmerso en el departamento del Magdalena, de gente con ganas de trabajar, pero falta de oportunidades, poca diversidad de ofertas, y carencia de apoyo institucional para la creación de microempresas, que generen un quiebre a las estadísticas de desempleo que presenta el país.

Desde el exterior me había enterado que habían más de treinta hombres y mujeres, que querían poner su nombre a consideración del pueblo, para manejar los pocos recursos de este municipio; parecería algo fuera de control, ¿treinta precandidatos?.... Pero después de la tempestad llega la calma, después de una sequia llega la abundancia y después de algunos años donde no habían opciones de elegir porque eran candidaturas únicas o casi únicas, donde se presentaban dos candidatos y uno de ellos carecía de opción, en estas elecciones se presentaría un ramillete amplio de candidatos, pero con el tiempo, al parecer llegaran a tres o cuatro candidatos.

Por lo que he visto en estos pocos días, dos candidatos tendrán opción de ganar, una especie de “guerra de sexos”, con equipos uniformados, amarillo y fucsia, y carros con música alusiva a cada candidato.

A veces me pierdo en este mar de publicidad y me pregunto si comenzó el proceso electoral o estamos en enero y comenzaron los precarnavales. Si esto se esta viendo en los inicios del precarnaval electoral, me imagino como será la batalla de flores, la gran parada, el festival de orquesta y la muerte de Joselito, que para la contienda electoral estaría representado en la inscripción de los candidatos, el cierre de campaña, el día de las elecciones proclamando al ganador del “congo de oro” y el guayabo que tendrá el perdedor de esta batalla, donde el amarillo o el fucsia pasaran a estar de duelo y convertirse en unos tonos suaves de consideración.

Desearía algún día poner mi nombre a consideración del pueblo de Ariguaní, para poder mejorar las condiciones de vida de todos sus habitantes, pero debido a razones laborales se me hace imposible, además no me veo inmerso en este carnaval electoral. Me gustaría mas bien un verdadero proceso democrático, donde sobren las ideas y falte la maizena, donde sobren los proyectos productivos y falten las espumas, donde esté rodeado de un gran equipo de trabajo y falten los disfraces, donde una elección de un municipio con tantas necesidades no sea mas costoso, guardando las proporciones, que para ser alcalde de una ciudad como Santafé de Bogotá. Los candidatos con opciones deberían hacer un “pacto imaginario”, donde se establezca que solo gastarán (NO “invertirán”) en este proceso lo que la ley permite y cuando el ganador del “congo de oro” llegue al poder, pueda tener mas posibilidad para realizar las obras prioritarias que necesita los habitantes de este municipio, que les permita tener una mejor calidad de vida. Oí comentarios que la campaña a esta alcaldía vale más de MIL MILLONES de pesos, cifra descomunal y desproporcionada, que si es cierta debería hacer dudar a los electores de las verdaderas intenciones de los candidatos, porque el sueldo de alcalde en todo su periodo 2012-2015, debe estar alrededor de 200 MILLONES, o será que los gastos de las campañas lo consideran una “inversión”, la cual lógicamente no solo se debe recuperar sino que debe haber GANANCIAS extras.

Por ultimo, les confieso que es la primera vez que me siento al frente del computador a escribir de algo diferente a mi quehacer profesional; estoy acostumbrado a escribir sobre temas como punto de ebullición, secado, reología o impacto de gotas, pero vi necesario expresar mi percepción de lo que he visto y vivido en estos días. Por ultimo, creo y considero que el CONGO de ORO de este proceso carnavalero, se lo ganará el candidato que tiene como color representativo, el que en nuestra bandera representa la riqueza (oro) de nuestra querida tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario