Joven murió al disparársele 
el arma con que cazaba
 *Estaba de vacaciones en la finca de su abuelo, en cercanías de El Difícil.

OSPINO ESCORCIA
Como Gabriel Ospino Escorcia, de 16 años, fue identificado por las autoridades de El Difícil el joven que murió de manera accidental, al disparársele una escopeta calibre 16 que empleaba en labores de caza. 

Los hechos sucedieron en la finca El Silencio, propiedad del abuelo paterno de la víctima, en jurisdicción de la vereda Buenavista, a 25 kilómetros al sur de la cabecera municipal de Ariguaní, donde el joven pasaba vacaciones desde el pasado mes de diciembre.

De acuerdo con versiones de familiares, el joven había decidido cazar unos ponches, con tan mala suerte que al intentar darle muerte a uno de esos animales, de manera sigilosa desde la copa de un árbol de totumo, la escopeta se accionó y tres de los perdigones le impactaron el rostro.

Pese a que los impactos no eran mortales, la cuantiosa pérdida de sangre que se produjo tras el suceso agravó la condición del herido, el cual apenas fue auxiliado sin mayor éxito horas después.

El testimonio de su abuelo Domingo José Ospino Arrieta, deja entrever que éste fue hallado moribundo después que transcurriera un buen tiempo desde que se escuchara el último disparo desde la lejanía.

“Nosotros en la casa no nos inquietamos por los disparos porque lo hacíamos cazando, realmente lo encontramos moribundo cuando ya oscurecía”, dijo entre sollozos el anciano.

El joven expiró mientras era trasladado al Hospital de El Difícil, donde finalmente la Sijín práctico el levantamiento del cadáver.

El fallecido era hijo de Gregorio Ospino (fallecido) y Fanny Escorcia, residía en el barrio Kennedy de El Difícil e iba a cursar en este nuevo año el decimo grado en la Institución Educativa Departamental Liceo Ariguaní.

Compañeros de colegio le recuerdan como un buen estudiante y sus familiares lo echan de menos por su sencillez y buen juicio.