BENEFICIARIOS DE LA URBANIZACION “RUGERO CASTILLA” CLAMAN POR INICIACION DEL PROYECTO

Verdaderos cráteres se han formado por el efecto de la lluvia en el inestable terreno donde se construirá la urbanización "Rúgero Castilla Díaz".


SANTA MARTA (Hoy Diario del Magdalena).- Los 81 beneficiarios del proyecto de vivienda “Rúgero Castilla Díaz” o “Aguas Claras III Etapa”, en su mayoría mujeres cabeza de hogar de la localidad de El Difícil, mostraron su preocupación por la tardanza que ha tenido la ejecución del complejo habitacional, el cual según ellos podrían perder el Municipio de Ariguaní si llega a concretarse una sanción tras el incumplimiento en la terminación de obras de este tipo.

Citaron como ejemplo el caso del municipio de El Banco, donde ya las aseguradoras del país se niegan a expedir pólizas por haber incumplido en la ejecución de un proyecto habitacional, perjudicando inclusive obras civiles de otro orden en esa parte del Departamento.

Otra situación para temer es que por las constantes presiones que han ejercido frente al Ministerio de Vivienda y ante el propio mandatario de los ariguanenses, el proyecto se tome a la ligera y precipite una entrega de viviendas a medias como ha sucedido con la polémica urbanización “Brisas de Ariguaní”, al norte de la cabecera municipal.

EL PROYECTO

“Aguas Claras III Etapa”, como lo llaman habitualmente sus futuros moradores, fue aprobado como proyecto de vivienda a mediados de esta década y los subsidios correspondientes se asignaron a través de la resolución ministerial 1715 del 20 de octubre de 2006. Cada casa se estimó en un valor de $10.410,927, representados así: $8.500.000 por cada subsidio familiar y $1.910.929 que corresponde al aporte del Municipio de Ariguaní.

El complejo habitacional se levantará en un lote contiguo a los puntos habitados de “Aguas Claras I y II”, en cercanías al sector de Villa Palmera, al sur de El Difícil. Según determinaciones estatales, las viviendas deberían estar terminadas el 30 de abril de 2007.

Sus 81 beneficiarios pertenecen a hogares afectados por una inundación acaecida hace algunos años en los barrios Solidaridad y El Congo, razón por la cual fueron incluidos en esta oferta de vivienda del Gobierno Nacional, que buscó mitigar en mucha gente una potencial condición de vulnerabilidad tras haber sufrido situaciones de desastre, calamidad pública o emergencias de origen natural.

A PASO DE TORTUGA

Al cabo de un tiempo, el 17 de julio de 2008, cada beneficiario de la urbanización “Rúgero Castilla Díaz” firmó una promesa de compraventa con el ingeniero Dairo Alfonso Brito Fernández, el mismo ejecutor del semiparalizado proyecto “Brisas de Ariguaní”. En el documento se establece que Brito Fernández, actuando en nombre de la “Unión Temporal Rúgero Castilla Díaz”, adquirió de los promitentes compradores el derecho de usufructuar el lote de terreno que para iniciarse el proyecto debería tener instalados sus servicios básicos, como: alcantarillado alternativo, acueducto y energía.

Sin embargo, como pudo comprobar HOY DIARIO DEL MAGDALENA, es la hora en que no se ha visto otra cosa que un inmenso terreno empinado y profusamente agrietado, cuya parte más frágil mantiene unas hileras de sacos, que como improvisada muralla, detienen muy poco los constantes deslizamientos de lodo que se producen cada vez que llueve.

Los vecinos de los sectores I y II de “Aguas Claras”, se han venido quejando por la situación, ya que la abundante cantidad de tierra que se desprende del terreno de la nueva urbanización ha caído más de una vez sobre sus viviendas, atiborrándolas de barro.

NO SE SABE DE LOS RECURSOS

Uno de los beneficiarios de la nueva urbanización, Leonardo Guzmán Rivera, expresó una inquietud mayor, justamente la relacionada con el paradero de los recursos.

“Tenemos entendido que la plata fue girada el 23 de febrero de 2009 y no hemos sido notificados oficialmente de su paradero. Quisiéramos que desde la Administración Municipal se nos informara del asunto y despejaran muchas otras dudas sobre nuestra urbanización”, apuntó.

Señaló que esta preocupación no sólo se la han transmitido a la prensa, sino también al viceministro del ramo, para que coadyuve en la rápida iniciación de la obra, la cual según ellos “está prácticamente en veremos”.



Los moradores han quedado últimamente preocupados con la inestabilidad que presenta el terreno donde se construirá la tercera etapa habitacional en el sector de Aguas Claras.


Un terreno empinado e inestable tiene con las "manos en la cabeza" a los futuros moradores de la urbanización "Rúgero Castilla Díaz"

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