Los cerros empiezan a desestabilizarse
Triste por la tragedia que le ha tocado vivir se encuentra Josefa Rivera Castillo, una luchadora mujer que por cerca de 30 años ha residido en el sector de la Gran Vía, zona que está a punto de ser sepultada por uno de los cerros que circundan a El Difícil. Gran parte de su casa fue reducida a escombros.
Los más recientes deslizamientos de tierra en la llamada “Loma de Inravisión” en El Difícil, llevaron a las autoridades a ordenar la evacuación inmediata de al menos 20 familias ubicadas en la ladera y cuyas casas empezaron a sufrir serios deterioros por la acción del invierno.
La decisión fue asumida el pasado miércoles tras una convocatoria extraordinaria del Clopad, en la que además del alcalde, estuvieron autoridades de socorro, asistencia y seguridad pública en Ariguaní, para analizar la crítica situación que experimentan los residentes de este nuevo sector afectado.
Hasta el momento quienes corren grave peligro de ser sepultados por un inminente alud de tierra son aquellos que residen a lo largo de la carretera Troncal de los Contenedores, entre el sector de la Gran Vía y la entrada al barrio El Retiro, donde partes de los inmuebles empezaron a derrumbarse por efectos de las filtraciones que han provocado las intensas lluvias en la montaña.
Las casas con mayor riesgo hasta ahora son las que habitan Margarita Vides, Guillermo Acosta, Carmen Mugno, Teresa Trejos, Rosa Colina Vizcaíno, Etilvia Mola, Lácides Beleño, Pedro Pablo Gámez Ospino, Arnoldo Quintana Ospino, Josefa Rivera Castillo, Nelcy Gámez, Graciela Ricaurte, María Castro y Blanca Rocha.
Una inspección realizada por la Defensa Civil un día antes reveló que la zona alta del sector está por colapsar de un momento a otro como resultado de la permeabilidad que ha originado las lluvias en esa franja, la misma que en el pasado fue incluida por Ingeominas como parte de la falla geológica que atraviesa a El Difícil.
El alcalde de Ariguaní, Rivelino Mendoza Ballestas, ordenó en consecuencia el “desalojo inmediato” de las viviendas y determinó otras medidas con base a las recomendaciones surgidas en la reunión extraordinaria del Comité local de Prevención y Atención de Desastres.
El burgomaestre se comprometió a colaborar en lo que sea necesario, especialmente con costear el transporte de los enseres, gestionar ante el Crepad los subsidios de arriendo para estos damnificados y trabajar estrechamente con la Policía Nacional para impedir que los ladrones aprovechen el desalojo de las casas para robar las pocas pertenencias que quedan o desmantelar su estructura.
La Gran Vía se constituye en el segundo sector de El Difícil afectado por deslizamientos. Antes se había emitido la alerta en el “Callejón de los Indios”, en el barrio Pueblo Nuevo, donde igual número de familias sufren las contingencias provocadas por la inusitada temporada lluviosa que azota al país.
Las autoridades municipales y departamentales esperaban a que El Difícil fuese la última localidad de Colombia en decretarse alguna vez una alerta por causa del invierno, a raíz de su estratégica ubicación en las irregulares estribaciones al sur de la Sierra Nevada de Santa Marta, que la elevan unos 172 metros sobre el nivel del mar. Pero a pesar de no ser presa fácil de las inundaciones, los cerros en los que se encuentra enclavada, no han resistido el feroz embate de la naturaleza.
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