Lleno a reventar en la Plaza de Eventos de Villa Palmera en El Difícil, confirmándose así la arraigada predilección de los ariguanenses por las corridas de toros y todo aquello que los primeros pobladores trajeron desde las sabanas.
Seis toreros heridos, al menos quince magullados entre los espontáneos, dos caballos corneados y tres toros muertos fue el saldo arrojado por el ciclo taurino de las exitosas Festividades del Santo Cristo de El Difícil.
El desempeño de los toros de la Agropecuaria Amigos Asociados (Triple A), adquiridos recientemente a las ganadería bravas cordobesas de Sixto Sotomayor, Milad Barguil y Musa Náder, provocó una positiva reacción entre los miles de asistentes que atiborraron la plaza de principio a fin.
El primero en ir a cirugía fue Evis Ortega Moreno, de Zaragoza (Antioquia), un banderillero que resultó con una herida profusa en el hombro derecho, luego que un toro astifino, negro mate, de 500 kilos, lo embistiera al intentar banderillearlo tirado al piso. La herida ameritó una sutura de 50 puntos y mandó al avezado torero a recoger dinero en el palco por la inactividad en que caerá su temporada.
No había pasado mucho tiempo cuando en el tendido de sol un capotero fue arrasado por un cinqueño, produciéndole una herida con múltiples trayectorias en la zona intercostal derecha.
Entre las heridas más grave, la sufrió otro torero, quien junto a miembros de su cuadrilla, cuadraba cerca al tendido de sombra a un corpulento toro corniveleto al que se le esperaba una embestida franca para hacerle quites con el capote y adornarlo con garapullos, con tan mala suerte que el ejemplar recortó distancias y lo sorprendió propinándole un cornada en el cuello que por poco compromete la yugular. Lo complicado del asunto llevó a los médicos a ordenar el traslado hacia el hospital local para evitar que su vida del torero corriera riesgos.
Pero el mayor afectado fue Libardo Chiquillo Leguía, torero oriundo de Plato, Magdalena, de 52 años de edad, quien casi muere en el ruedo de la Plaza de Toros de El Difícil, cuando un astado le propinó una severa cornada en la región axilar derecha al momento de colocar banderillas. Esta es una de las heridas más graves entre todas las que se han presentado en las Festividades del Santo Cristo que culminaron el domingo.
Entre el resto de heridos, se cuenta a: Cristian de Jesús Viana Tovar, 16 años, quien fue suturado en el dedo anular de la mano izquierda; Juan José Mejía Correa, 19 años, de Chibolo, con una cornada en el antebrazo derecho; David de Jesús Esquivel Rada, 23 años, residente en el barrio El Congo; Danilo José Gómez Rodríguez, 18 años, barrio El Retiro; y Efember Pinto Sánchez, 15 años, quien vive en el sector norte del Alfonso López.
La junta de festejos también informó de tres toros muertos, uno de ellos, al recibir una banderilla en la zona de la “mollera” y dos caballos.
PARADOJAS DEL ARTE
Mientras el cuerpo de galenos y paramédicos que fungen como voluntarios en la Defensa Civil, superaban el exigente momento, en la plaza entera el público vitoreaba la acometida de los toros y exigía mayor valentía de los capoteros, banderilleros y garrocheros en el ruedo, aunque así corriera sangre.
Mientras el cuerpo de galenos y paramédicos que fungen como voluntarios en la Defensa Civil, superaban el exigente momento, en la plaza entera el público vitoreaba la acometida de los toros y exigía mayor valentía de los capoteros, banderilleros y garrocheros en el ruedo, aunque así corriera sangre.
“Lo bueno de los toros es que haya heridos, o si no, las corralejas quedan malas”, dijo Calique Farelo, quien entre reconocidos taurinos, acompañaba al ganadero Carlos Eduardo Castilla Baena a presidir la primera corrida, luego que éste último la donara para que las clases menos favorecidas disfrutaran del primer día de toros de forma totalmente gratuita.
Otros aficionados como José Aragón Salcedo y Alfonso Fontanilla Barrios calificaron la torada de las cuatro tardes con 8 puntos en una escala de 1 a 10.
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