Una medalla olímpica de origen campesino

En esta casa de El Difícil, Magdalena, nació el medallista olímpico Óscar Muñoz. Antes era de palma.

En el barrio San José, de El Difícil, Magdalena, todos recuerdan a Óscar Muñoz Oviedo como el niño flaco e inquieto que corría con pantalones cortos y camiseta por las calles empinadas de este Municipio. Allí vivió con sus padres y hermanos sus primeros años, luego de que salieran de la finca La Nobleza en la vereda El Canalito, a unos 25 kilómetros de la cabecera.

Antes de hacer vida en El Difícil, para los tíos y familiares del hoy medallista olímpico, era común verlo montado en el anca de los burros y caballos, acompañando a su padre en las labores del campo. “Cargaba muchos bríos y era muy entrón”, dijo Próspero Ospino, tío de Pompilio, quien cada vez que habla del hijo de su sobrino, refleja una radiante sonrisa.

“Nunca pensamos que iba a llegar tan lejos”, precisa, mientras cuadra con Nora y Miriam, otras de sus sobrinas, el recibimiento que le van a dar en su tierra natal al joven taekwondista que conquistó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres.

Y es que Pompilio era hombre de campo, prácticamente estaba a cargo de la estancia agrícola de su padre, don Rigoberto Muñoz. Allí había cultivos de maíz, yuca y cría de ganado. Sus hijos dieron sus primeros pasos en ese ambiente.

El 9 de mayo de 1993, nació Óscar en el hospital Alejandro Maestre Sierra, de El Difícil. Después del parto regresaron a la finca, pero poco tiempo después, tras el fallecimiento de su esposa María Ospino, don Rigoberto vendió la propiedad, y Pompilio y su familia hicieron rancho aparte en el perímetro urbano de la localidad.

“Vivieron en la casa de mi padre, después en la de su suegro Ramón Oviedo, en el barrio San José, y allí estuvieron hasta que Pompilio se fue en busca de mejores oportunidades en Valledupar”, dijo su hermana Nora.

Hace 13 años, la familia Muñoz Oviedo salió de su natal El Difícil para la capital del Cesar. “Primero se fue Pompilio, y a los pocos días su mujer con todos los chismes y sus hijos. Él salió sin decirnos nada, supimos que se ubicó en un sector de invasión y allí construyó su casa que primero fue de cartón”, sostuvo.

Con seis años de edad, Óscar cambió su mundo de finca y de las subidas y bajadas de las calurosas calles de El Difícil, por el dinamismo de la ciudad. Continuó sus estudios en el colegio Francisco Molina Sánchez, cerca a Cola de Caballo, un sector de vías empedradas al suroriente de Valledupar, donde reside.

Fue en esa institución educativa donde se le dio la oportunidad a través de la instructora Irma Gómez, quien daba clases en la misma, que al encontrarle madera para la disciplina, lo inscribió en la Liga Departamental de este deporte. Ya antes, el pequeño venía motivado por las patadas voladoras de Jean Claude Van Damme y Steven Seagal, las cuales observaba en las películas de acción.

Próspero Ospino dice que si su sobrino Pompilio no hubiera salido de El Difícil, tal vez su muchacho no se hubiera convertido en un aventajado deportista.

Recibimiento de héroe. Mientras los primeros informes de prensa informaban que un muchacho oriundo de Valledupar había ganado La Gloria en Londres, la gente de El Difícil bien sabía que venía de una arraigada familia de ese Municipio.

Paso a paso por televisión siguieron los logros del joven taekwondista. Sin hacer mucha bulla, sus tías y primos observaban la competencia en sus casas, luego de su triunfo salieron a las calles y en una espontánea caravana salieron a celebrar con sus coterráneos.

El alcalde de El Difícil, Carlos Eduardo Castilla, dijo que el pueblo prepara un recibimiento para su hijo. “Lo vamos a esperar en Pueblo Nuevo para traerlo en caravana hasta nuestro municipio donde le ofreceremos un homenaje. Es muy significativo este triunfo para El Difícil, a pesar que Valledupar lo quiere adoptar”, dijo.

Su tía Miriam Muñoz manifestó que “es la primera vez que El Difícil da un deportista de esta talla, que haya trascendido tanto. A él se lo llevaron de aquí pequeño, sin bautizar, ni registrar, y por eso aparece como vallenato”.

Precisa que en vacaciones o cuando está de descanso Óscar llega a su tierra, visita a sus parientes y se reúne con sus amigos. La última vez que estuvo en ese Municipio fue en diciembre pasado, ahora esperan su regreso de Londres para darle una bienvenida de héroe.

Casa, carro y beca

Además de los $56 millones que otorgará Coldeportes al taekwondista por haber sido medallista de bronce en estas justas deportivas, Óscar Muñoz recibirá varios premios en su ciudad adoptiva.

El alcalde de Valledupar, Freddys Socarrás, le ofreció una casa en el barrio Don Carmelo, mientras que el gobernador, Luis Monsalvo, le dará un carro y una beca universitaria para que pueda estudiar lo que él desea, docencia en Educación Física o Psicología.

Por Miguel Barrios
Enviado especial EL HERALDO