Multitudinarias estuvieron las asistencias a las cinco fechas taurinas durante las festividades del Santo Cristo. A diferencia de otros años no hubo muertos ni lesionados de consideración por astas de toros.
Viejas y nuevas generaciones coincidieron en alabar la gestión del alcalde Rivelino Mendoza Ballestas y del presidente de las festividades, Eduardo Enrique Díaz Barrios, por la ya evidente redención del evento más tradicional de la cultura ariguanense, el cual se llevó a cabo entre el 9 y 14 de septiembre.
También es resaltable la motivación y labor cumplida por el sacerdote Duverney Pulgarín Sánchez, quien a través de los distintos actos y ceremonias elevó el fervor religioso de los ariguanenses por el Santo Cristo, pese a su desacuerdo con que en la programación general se siga mezclando lo pagano con lo espiritual.
Lo cierto es que la tradición se impuso y muchos fueron los que disfrutaron con los eventos establecidos, porque sin duda, en los barrios la gente se divirtió en grande con recreaciones populares como el “gallo tapao”; la vara de premios, la gallina ciega, la “puerca pelá” y los juegos pirotécnicos que engalanaron las noches de jolgorio.
En cuanto a los conciertos musicales fueron apoteósicas las presentaciones del “Cacique de la Junta” Diomedes Díaz y Alfredo Gutiérrez, quienes demostraron que aún les queda talento para rato en el exigente mundo artístico.
TOROS: SOL Y SOMBRA
Lo más sobresaliente en la parte taurina fue el pasado domingo, cuando la ganadería cordobesa de Milad Barguil Flórez se llevó el trofeo a la mejor tarde. Sus ejemplares, aunque jóvenes, no sólo descollaron por sus “buenas hechuras” sino por la bravura con que se desempeñaron en el ruedo de la Plaza de Eventos de Villa Palmera.
Sin embargo, otras ganaderías visitantes como la de Moisés Nader y Sixto Sotomayor quedaron en deuda con los aficionados taurinos, que aquí cada día son más y entienden mejor del tema al término de las temporadas.
Algunos quedaron inconformes porque ciertas tardes se convirtieron en auténticas “tientas” o faenas de prueba para los erales (de dos años) y utreros (tres años) llevados al ruedo y por el juego irregular que mostraron en conjunto los ejemplares de la “Triple A”, ganadería local e indiscutible triunfadora en años anteriores.
“Está bien que traigan toros nuevos, pero se debe complacer a la gente con animales que no se caigan tan rápido”, dijo un aficionado tras desarrollarse el lunes la última corrida del ciclo taurino.
A PREPARAR LA 2011
Lo hecho este año da pie para pensar detenidamente sobre lo que pueden ser las festividades del 2011, justo el último año de gobierno de Rivelino Mendoza Ballestas.
Personas cercanas al mandatario han comentado que su interés es dejar una base organizacional firme para que las festividades salgan definitivamente del marco de improvisaciones que las ha caracterizado en el último tiempo.
En ese orden se está pensando en crear un ente de carácter corporativo para garantizar tanto su autosostenibilidad como buscar que las políticas culturales fortalezcan a través de ella las particularidades idiosincrásicas locales y proyectarla como un acertado espacio de identidad regional.
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