Los nuevos talentos de la región centro del departamento del Magdalena, han encontrado en el Festival de la Integración Granadina, el espacio apropiado para descollar en el competido mundo de la música.
Desde la fundación propiciada por el colono Fernando Liñán en 1885, Nueva Granada ha tenido a lo largo del tiempo una serie de episodios que han marcado un proceso de transformación importante en la vida comunitaria e institucional.
Tras los avatares de la Guerra de los Mil Días, surgida poco después de su poblamiento, así como su municipalización, sus festividades patronales y el posicionamiento alcanzado a escala regional con su desaparecida feria ganadera, esta localidad no había encontrado el espacio para la autentica convocatoria social y el redimensionamiento cultural, como el que ha logrado en este último tiempo con el Festival de la Integración Granadina.
Cada mes de enero los granadinos, o neogranadinos como otros acertadamente los llaman, se congregan en derredor de ritmos y melodías que no son otra cosa que el resultado de un devenir idiosincrásico donde el acordeón y los cantos de vaquería constituyeron la manifestación que no sólo forjó sus propias tradiciones musicales sino que fue vital para concebir lo que hoy se conoce como “Vallenato”.
Esta población fue recorrida por grandes juglares como “Pacho” Rada -el gran maestro de legendarias figuras como Abel Antonio Villa y Juancho Polo Valencia-, dejando con el tiempo un estilo musical que luego emularan Leonardo Núñez, Juan Oviedo, Ventura Díaz, Joselito Ospino, Juan Tapias y Arturo Cabarcas Saumeth, entre otros.
Luego descollaría una generación donde Felix Padilla Tapias y Dagoberto Puello fueron baluartes importantes para sostener esa riqueza musical ancestral, algo que ha motivado a nuevos talentos como Yolima Puello y Alfonso Stummo, quienes con sus composiciones e interpretaciones deleitan los oídos de propios y extraños en cada ocasión propicia.
Todo ello ha confluido y se despierta cada año en el Festival de la Integración Granadina, un certamen enriquecedor de la cultura y un gran semillero inagotable en el descubrimiento de nuevos talentos en los diferentes campos artísticos, ya que además de lo musical, también se abren espacios para manifestaciones como la pintura, la escultura, la danza y las artesanías.
Detrás de todo ese ambiente folclorista y de integración, se encuentra como siempre la líder cívica Mariluz Bernal Castro, una mujer visionaria, luchadora y gestora de muchos logros como aquel que llevó a materializar la municipalización de Nueva Granada en el año 2000.
DÉCIMA VERSION DEL FESTIVAL
Convertido ya en un evento reconocido en toda la geografía del Caribe colombiano, el Festival de la Integración Granadina llega a su versión número diez de manera continua, pese a la falta de apoyo de los entes gubernamentales a nivel municipal y departamental.
La apertura del certamen, dedicado este año a “Luchito” Daza Maestre y Dagoberto Puello, será el jueves 20 de enero a las 7:00 de la noche en la plaza principal del casco urbano de Nueva Granada, esperándose su feliz culminación el día domingo 23 con la presentación de grandes artistas de talla nacional.
El festival mantiene sus concursos en canción inédita vallenata; piqueria y acordeón en las categorías infantil, aficionado y profesional, además de las presentaciones de comparsas, pintura y otras artes. Los organizadores informaron que por el momento han confirmado su participación cerca de 15 acordeonistas en la categoría menor; 10 en aficionados, 12 verseadores y más de 30 compositores en canción inédita.
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