¿HASTA CUANDO SEÑOR ALCALDE?
Los residentes de la avenida principal del barrio El Brasil, al sur oriente de El Difícil, cabecera del Municipio de Ariguaní, exigieron del alcalde Rivelino Mendoza una pronta respuesta a las reiteradas solicitudes que le han elevado, para que se restaure lo antes posible el adoquinamiento destruido por el transito de vehículos pesados por esa zona de la localidad.
Los moradores exigen que se obligue a los responsables de tal situación a cumplir con los compromisos adquiridos el pasado mes, luego de la convocatoria que liderara el abogado y líder cívico Ovier Gutiérrez Barrios. En esa reunión convergieron los representantes de la Administración Municipal, el contratista y voceros de la comunidad, acordándose un inicio de la rehabilitación de la vía para mediados del mes de octubre.
Según Ana Fontalvo, una de las personas con mayor antigüedad en el sector, todo parece haber quedado en promesas, y temió, que la rehabilitación de la vía nunca se haga. “Si no nos hacen de nuevo la calle le cerraremos el paso a quien sea”, advirtió.
El comerciante Mario Ortiz, por su parte, lamentó que esta importante vía, que según él “era digna de admirar” esté como hace tres años. “Muchos fueron los esfuerzos y las diligencias que nos tocó hacer para adoquinar la calle, para que inmisericordemente la destruyeran sin que hasta ahora nadie aparezca para resarcir el daño”, añadió.
Ortiz precisó que “las autoridades municipales debieron prever el daño que se le causaría al adoquín que cubría la calle. Ese adoquín sólo era para vehículos livianos, no para esos camiones de gran tonelaje, que ya a las pocas horas de pasar los primeros habían destruido la vía”.
PARADOJA
Nadie entre el común de la gente parece entender las razones dadas por la Administración Municipal para justificar el paso de vehículos de gran tonelaje por las vías urbanas, si se tiene en cuenta que en el país los jueces han tutelado derechos fundamentales por causa de la expulsión de gases contaminantes por parte de camiones movidos por diesel, tanto como por el daño patrimonial ocasionado a las viviendas por la actividad transportadora y el riesgo al que están expuestos los transeúntes por el continuo paso de material de construcción.
Además, el tramo autorizado se encuentra en medio de una amplia zona escolar. Allí confluyen centros estudiantiles como el Liceo Ariguaní, la Escuela Urbana de Niñas y el colegio Jorge Eliécer Gaitán.
Los residentes del barrio El Brasil, además de pedir una pronta resolución a esta problemática, le piden al Alcalde Rivelino Mendoza, pensar en la habilitación de una vía alterna para el paso de esos vehículos de gran tonelaje.
“Mientras en el país, los alcaldes están diseñando vías alternas para el paso de buses y tractomulas, aquí en El Difícil paradójicamente las cosas van en otra dirección”, dijo Edwin Torres, un mototaxista que hace poco casi es atropellado por uno de los camiones que utilizan los contratistas de la rehabilitación de la vía hacia Buenavista, donde se espera explotar alguna cantidad apreciable de hidrocarburos.
Los habituales transeúntes, motociclistas y propietarios de vehículos extrañan el cómodo paso por la avenida principal del barrio El Brasil, una vía convertida por estos tiempos lluviosos, en un verdadero pantano.
Los moradores exigen que se obligue a los responsables de tal situación a cumplir con los compromisos adquiridos el pasado mes, luego de la convocatoria que liderara el abogado y líder cívico Ovier Gutiérrez Barrios. En esa reunión convergieron los representantes de la Administración Municipal, el contratista y voceros de la comunidad, acordándose un inicio de la rehabilitación de la vía para mediados del mes de octubre.
Según Ana Fontalvo, una de las personas con mayor antigüedad en el sector, todo parece haber quedado en promesas, y temió, que la rehabilitación de la vía nunca se haga. “Si no nos hacen de nuevo la calle le cerraremos el paso a quien sea”, advirtió.
El comerciante Mario Ortiz, por su parte, lamentó que esta importante vía, que según él “era digna de admirar” esté como hace tres años. “Muchos fueron los esfuerzos y las diligencias que nos tocó hacer para adoquinar la calle, para que inmisericordemente la destruyeran sin que hasta ahora nadie aparezca para resarcir el daño”, añadió.
Ortiz precisó que “las autoridades municipales debieron prever el daño que se le causaría al adoquín que cubría la calle. Ese adoquín sólo era para vehículos livianos, no para esos camiones de gran tonelaje, que ya a las pocas horas de pasar los primeros habían destruido la vía”.
PARADOJA
Nadie entre el común de la gente parece entender las razones dadas por la Administración Municipal para justificar el paso de vehículos de gran tonelaje por las vías urbanas, si se tiene en cuenta que en el país los jueces han tutelado derechos fundamentales por causa de la expulsión de gases contaminantes por parte de camiones movidos por diesel, tanto como por el daño patrimonial ocasionado a las viviendas por la actividad transportadora y el riesgo al que están expuestos los transeúntes por el continuo paso de material de construcción.
Además, el tramo autorizado se encuentra en medio de una amplia zona escolar. Allí confluyen centros estudiantiles como el Liceo Ariguaní, la Escuela Urbana de Niñas y el colegio Jorge Eliécer Gaitán.
Los residentes del barrio El Brasil, además de pedir una pronta resolución a esta problemática, le piden al Alcalde Rivelino Mendoza, pensar en la habilitación de una vía alterna para el paso de esos vehículos de gran tonelaje.
“Mientras en el país, los alcaldes están diseñando vías alternas para el paso de buses y tractomulas, aquí en El Difícil paradójicamente las cosas van en otra dirección”, dijo Edwin Torres, un mototaxista que hace poco casi es atropellado por uno de los camiones que utilizan los contratistas de la rehabilitación de la vía hacia Buenavista, donde se espera explotar alguna cantidad apreciable de hidrocarburos.
Los habituales transeúntes, motociclistas y propietarios de vehículos extrañan el cómodo paso por la avenida principal del barrio El Brasil, una vía convertida por estos tiempos lluviosos, en un verdadero pantano.
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