“EL ÚNICO CULPABLE DE LA TRAGEDIA ES EL ESTADO”, DICE PADRE DE LOS ACCIDENTADOS


“Dios y mi hijos son los mayores apoyos que tengo“, dice Carlos Peña a sus hijos Hernán, Jessica, Paola y Carlos Peña Berdugo.


Por Fabio Poveda Ruiz
El Heraldo.com

Mientras el sepulturero terminaba de tapar las bóvedas con los ataúdes que contenían los cuerpos sin vida de José Carlos y Adriana Isabel Peña Berdugo, Carlos Peña Torres sacó fuerzas y se dirigió a las más de mil personas presentes, entre amigos, familiares y curiosos. Ahí, subido en una banca frente a la última morada de José y Adriana, y abrazado con sus otros cuatro hijos, Hernán, Jéssica, Carlos y Paola, agradeció a todos por sus manifestaciones de cariño y solidaridad.

Después de expresar unas bellas palabras sobre cada uno de los cuatro muchachos fallecidos en el terrible accidente, terminó su discurso, en medio de las lágrimas y cuando ya llegaba la noche, con una frase que provino desde lo más profundo de su corazón: Dios mío, me pediste un hijo y te mandé a tres. Ahora espero que derrames bendiciones para mi familia, amigos, mi pueblo y todos los aquí presentes.

Un aplauso masivo se escuchó en todos los rincones del cementerio de Sabanalarga y una señora que estaba cerca lanzó una expresión en medio de las lágrimas: No sé de dónde saca tantas fuerzas ese señor.

Y es que hace exactamente un mes, Tulia Margarita Peña Berdugo, la mayor de sus hijas, falleció en Bogotá por una complicación renal. Perder tres hijos en menos de un mes es algo que parece salido de una novela y no de la vida real.

Hoy, dos días después del multitudinario sepelio y rodeado por sus hijos, Carlos Peña Torres habló con EL HERALDO, demostrando que es un roble y un verdadero ejemplo de valor.

¿De dónde ha sacado tantas fuerzas para soportar esta tragedia y poder darle apoyo a sus hijos, en especial a su hija Jessica, quién también perdió a su esposo?

Las fuerzas las saco desde lo más íntimo de mi corazón. La única ayuda que tengo es espiritual, la cual volví a retomar porque cuando estuve en el ojo del huracán de esta tragedia, llegué a flaquear. Me preguntaba quién estaba detrás de todo esto, pero rápidamente retomé mis fuerzas y reparé mi error.

¿Sintió rabia con la vida?

Totalmente. El día del accidente no creía en nadie, sólo en mí, pero como un ser aislado. Quería desligarme de todo el mundo. Es una situación terrible en la que pareces que estuvieras levitando y te faltara el aire. No sabes qué hacer, qué pensar, qué decir. Pero mis hijos, que han sido siempre mi sostén, me ayudaron y me dijeron que esto era un designio de Dios. Él hace las cosas perfectamente y detrás de toda prueba hay una bendición. Esa es la bendición que estamos esperando, pero no la quiero para mí, la quiero para mis hijos, para mi pueblo y para mis amigos, no sólo para la familia Peña Berdugo.

José Carlos era poseedor de un gran carisma, todo el mundo lo quería, prueba de eso fueron las demostraciones de cariño y los mensajes que recibieron durante la velación. Al llegar al cementerio lo estaba esperando el conjunto vallenato en el que él cantaba, y usted se animó a cantarle a su hijo. ¿De dónde sacó, en medio de ese dolor, un poco de entusiasmo?

A veces ni yo mismo me explico de dónde me salen fuerzas. Cuando llegué a la iglesia tuve un episodio de rabia y dolor y le pedí a mi hijo que me cantara, que cuidara a su hermana. A mi yerno le pedí que protegiera a mi hija en la eternidad. Entonces, cuando llegué al cementerio y empiezo a escuchar la canción que él grabó, Buscando red y los muchachos cantar muchas de las canciones de Rafael Escalona que a él tanto le gustaban, me entró una fuerza interior que me hizo cambiar mi personalidad. Yo no sé cantar, pero sentí la necesidad de cantarle a mi hijo y despedirlo con la música que a él le gustaba.

¿Ayuda tener una familia grande de 7 hijos?

En esta época moderna, las grandes familias muy poco se ven. Las grandes familias son una bendición de Dios, porque te sirven de apoyo, de compañía y hay mucho amor. Entre mis hijos y yo nos fortalecemos para salir adelante y soportar esta tragedia.

Aclaremos algo: Hace un mes falleció en Bogotá la mayor de sus hijas, Tulia Margarita Peña Berdugo. ¿Cuál fue la verdadera causa de su muerte?

Se ha dicho que fue producto de una cirugía estética y no es así. Ella tenía un absceso en un riñón, que no es otra cosa que una infección. Pero ese absceso estaba encerrado, como encapsulado. Eso explotó y la infección se le pasó al torrente sanguíneo y le produjo una septicemia.

¿Ya lo había superado?

Lo estaba superando. La tenía en mi mente todo el tiempo, pero le pedí a Dios de rodillas, que me dejara trabajar. Que sólo la pusiera en mi mente el tiempo que yo hablaba con ella, que eran unas tres o cuatro veces al día. Una de las personas que me ayudó a superarlo fue mi yerno Alejandro Lacouture, a quién quise como un hijo. Ya estaba superando lo de Tulia, pero este impacto ha sido tan grande que mi memoria está constantemente copada por estos hijos que se acaban de ir.

EL ACCIDENTE.

El mal estado de la vía en donde sucedió el accidente ha dejado muchas víctimas, y a pesar de eso no se ven mejorías por parte del gobierno nacional.

¿Piensan ustedes iniciar alguna acción legal?

La familia Peña Berdugo es una familia de juristas y como tal, en medio del dolor, estamos estudiando cómo determinar la responsabilidad que le cabe al Estado en esta tragedia. A primera vista, se ve que hay una negligencia absoluta por parte del Estado en el mantenimiento de vías. Esto lo han dicho varias autoridades viales y así lo han divulgado los diferentes medios de comunicación. Si las autoridades no reparan estas vías seguirán sucediendo casos, como los hay constantemente. Éste porque fue de gran trascendencia, así como el de Kaleth Morales, pero hay muchos otros que no se dan a conocer públicamente.

¿Exactamente qué están pensando hacer?

Vamos a adelantar un proceso que se llama Acción de Reparación Directa, en donde el Estado por omisión o por acción, comete un perjuicio a los particulares, y por lo tanto tiene el deber de reparar dichos perjuicios a los afectados.

Precisamente para eso se paga un peaje.

Correcto. Ahí es donde está la responsabilidad del Estado. Mis hijos pagaron un peaje y la gente lo hace también, y el Estado no le corresponde teniendo las vías en buen estado. Eso fue causal del accidente, y ¿quién en definitiva es el responsable de esto? El Estado.

"La vía en mal estado causó el accidente”, dijo Carlos Peña Torres al periodista Fabio Poveda Ruiz.

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