Poco después de consumar el acto sexual con una meretriz en un bar de la zona de tolerancia de El Difícil, fue asesinado un sujeto al que fuentes policiales identificaron como Ronny Alberto Domínguez Patiño, de 22 años de edad, natural de barranquilla, soltero, sin ocupación definida y a quien algunos vecinos reconocieron como residente de la I Etapa de la urbanización Aguas Claras de la cabecera municipal de Ariguaní.
El crimen se produjo hacia las 9:00 de la noche del domingo cuando un desconocido apareció repentinamente en la habitación 04 del bar “El Televisor” y sin mediar palabras disparó contra Ronny Alberto Domínguez Patiño y su acompañante ocasional, de nombre, Ángela María Ruíz Solís. En el piso de la habitación se hallaron cuatro vainillas de balas 9 mm, de las cuales una falló, dos impactaron el cuerpo del hombre y una se introdujo en el glúteo derecho de la trabajadora sexual.
La muerte de Domínguez Patiño se produjo de manera inmediata, ya que las balas comprometieron órganos vitales en cabeza y abdomen, mientras que la mujer fue dada de alta del hospital local por considerarse que las heridas no representaban un riesgo importante.
Aunque en el momento la policía trata de establecer los móviles y los responsables de este asesinato mediante las versiones entregadas por testigos, es muy poco lo que se ha logrado concluir, puesto que el asesino aprovechó muy bien la poca luz y la masiva concurrencia en el bar esa noche para aparecer sin ser detectado y llegar finalmente hasta la habitación donde disfrutó la víctima su última noche de placer.
La confusión generada por los disparos le permitió al victimario huir sin ser identificado. Muchos corrieron despavoridos hacia el patio del bar, otros se aseguraron en los establecimientos contiguos y los meseros protegieron su vida ocultándose tras la barra de servicio.
“Todo fue rápido y hubo mucho tropel”, dijo acerca del episodio uno de los visitantes del mencionado bar esa noche. Anotó, que como él, algunos se enteraron del caso al ver salir a una mujer herida pidiendo ayuda, mientras otros se pusieron al corriente del asesinato que se había perpetrado casi una hora más tarde. “Realmente pensamos que se trataba de alguien que hacía disparos al aire, como suele suceder muchas veces en este lugar”, agregó esta persona quien pidió no se revelara su nombre.
Sobre la víctima de este nuevo hecho de sangre, el primero tras casi dos meses de tranquilidad en El Difícil, es muy poco lo que se sabe más allá de lo que describe su documento de identidad. La policía no le halló antecedentes judiciales y la gente del común lo describe como “un muchacho barranquillero que a veces se rebuscaba la vida como ebanista”. Sin embargo, personas bajo solicitud de anonimato que fueron hasta la morgue a reparar el cadáver lo señalaron como presunto miembro de una banda de extorsionistas que viene operando en esta localidad.
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