COCINAR CON LEÑA PUEDE ESTAR MATANDO A NUESTRAS MUJERES
*UNIDAD INVESTIGATIVA
ARIGUANI AL DIA
La utilización habitual de la leña para cocinar se viene erigiendo en una peligrosa bomba de tiempo capaz de causar severos daños a la salud, principalmente de cáncer de pulmón en mujeres adultas. A eso se suma el daño primario a los exiguos bosques tropicales, de la cual se surten los pobladores de El Difícil y muchos habitantes provincianos para generar combustión doméstica. El cuadro se torna más preocupante cuando, según datos de las autoridades de salud pública, aproximadamente el 85% de la población hace uso de esta práctica.
El impacto de seguir expuestos al humo tóxico son fulminantes, sobretodo en mujeres y niños, y pueden devenir, como se ha dicho, en problemas graves e irreversibles en vías respiratorias; quemaduras y llegar hasta la mortalidad infantil.
En materia de salud vale reflexionar si el ahorro de unos pesos por la utilización de leña está por encima del alto costo que puede representarnos el auto deteriorar nuestro organismo.
De hecho, el otorrinolaringólogo, Dr. Carlos Linares (consultado vía web), sentencia que el problema puede llegar hasta un enfisema pulmonar si no se siguen las recomendaciones dictadas: “La inflamación de la mucosa que se encuentra en su aparato respiratorio puede darle problemas de bronquios, vías respiratorias y pulmones, en definitiva lo que él debe hacer es dejar el humo”, receta el galeno.
Un detalle poco conocido del uso de la leña para cocinar es que, esta necesita de un catalizador para su combustión, y este normalmente son las bolsas de plástico, pues el gas también resulta demasiado caro.
Doña Vilma Ramírez, quien produce fritos hace 20 años en su pequeño negocio casero de comidas rápidas, reconoce que a pesar de los peligros de exponerse diariamente al humo de la madera, prefiere la leña porque permite ahorrarse considerable cantidad de tiempo en su trabajo: “Cocinando con gas se puede tardar cuatro horas lo que con leña hace en una. Yo sé que hace daño, hace tiempo yo padecí de bronquitis por esto, pero en el nombre de Jesucristo me sané porque ya ningún medicamento me curaba”, agregó.
La OMS afirma en su sitio web que el humo que se emite con el uso de la leña es siete veces más tóxico al límite determinado por la Agencia de Protección al Medio Ambiente, (EPA, por sus siglas en inglés). En el mismo informe se dice que una persona muere cada veinte segundos como resultado de esta polución.
El mismo comunicado afirma que en los países latinos “una persona puede pasar entre 3 y 4 horas al día recogiendo leña”, lo que puede repercutir en el tiempo disponible para asistir a la escuela o conseguir trabajo fuera de la casa.
A pesar de que el uso de la leña pueda representar una opción rentable en el corto plazo para más de la mitad de la población ariguanense que aún realiza esta práctica, lo cierto es que el humo nos está asfixiando y estamos quemando lo poco que tenemos.
Y aunque muchos de estos datos son ampliamente difundidos, parece que la ceguera que produce el CO2 se ha expandido no sólo entre quienes se exponen a él, sino también entre quienes tienen la posibilidad de hacer algo por mejorar. Se nos acaba la leña y la poca que tenemos, nos está haciendo “leña”.
UN MUNICIPIO EN VÍA A LA DEFORESTACIÓN
De acuerdo con datos arrojados por la ONG “CORPOCÍVICA”, apoyada en datos del Ministerio del Medio Ambiente, la alerta se ha encendido en los últimos dos años en Ariguaní. Este municipio ha pasado de ser una de las regiones de mediana riqueza forestal, a convertirse en la zona mas amenazada en el Magdalena por la deforestación irresponsable de sus exuberantes montañas.
Según el informe, la cabecera municipal (El Difícil) presenta una de las condiciones ambientales más deterioradas: el dos por ciento de su territorio está cubierto por bosque natural secundario y más del 75 por ciento de los suelos experimentan cierto grado de erosión.
En ese mismo informe, se declara que entre el 51 y el 69 por ciento del consumo energético proviene de la quema de leña. En el campo, el consumo de leña representa el 98 por ciento del consumo de energía. Como consecuencia se ha incrementado la deforestación en un promedio de 4,5 hectáreas por año.
Sin embargo, a muchos les impacta. Parece mejor pensar en el ahorro que trae consigo la utilización de la leña.
Igual llamado hacen los ambientalistas a la ladrilleras, otra de las responsables del deterioro forestal y alta contaminación ambiental.
¿Y EL TAN SONADO PROYECTO DE GAS DOMICILIARIO?
Una de las soluciones añoradas por los dificileros es el gas natural que ya poseen infinidades de municipios de Colombia. Pero hay cosas extrañas: en primer lugar es inaudito que Ariguaní no cuente con este servicio domiciliario habiendo poseído una de las reservas más importantes de petróleo en el pasado y albergando aún grandes reservas de gas del tipo City Gate según el Ministerio de Minas. Más aún, como segundo punto, no podemos creer que el publicitado proyecto de la construcción de la de Estaciones de Descompresión, las Redes de Distribución de Gas Natural Domiciliario y redes internas para el casco Urbano del Municipio de Ariguaní, del anterior alcalde Alejandro Gámez Curiel todavía no se haya culminado, amenazando con convertirse en otro elefante blanco.
De ese proyecto apenas vemos una estación de descompresión inoperante y unas ganas de la gente de ver la llama de ese proyecto en sus artefactos de cocina. Aun cuando las redes están bajo tierra en espera del flujo de gas, hay quienes también aguardan para que les repongan los deterioros causados por los contratistas en sus sardineles, al momento de instalar las redes domiciliarias. (Recurso global de apoyo: uca.edu.sv)
*UNIDAD INVESTIGATIVA
ARIGUANI AL DIA
La utilización habitual de la leña para cocinar se viene erigiendo en una peligrosa bomba de tiempo capaz de causar severos daños a la salud, principalmente de cáncer de pulmón en mujeres adultas. A eso se suma el daño primario a los exiguos bosques tropicales, de la cual se surten los pobladores de El Difícil y muchos habitantes provincianos para generar combustión doméstica. El cuadro se torna más preocupante cuando, según datos de las autoridades de salud pública, aproximadamente el 85% de la población hace uso de esta práctica.
El impacto de seguir expuestos al humo tóxico son fulminantes, sobretodo en mujeres y niños, y pueden devenir, como se ha dicho, en problemas graves e irreversibles en vías respiratorias; quemaduras y llegar hasta la mortalidad infantil.
En materia de salud vale reflexionar si el ahorro de unos pesos por la utilización de leña está por encima del alto costo que puede representarnos el auto deteriorar nuestro organismo.
De hecho, el otorrinolaringólogo, Dr. Carlos Linares (consultado vía web), sentencia que el problema puede llegar hasta un enfisema pulmonar si no se siguen las recomendaciones dictadas: “La inflamación de la mucosa que se encuentra en su aparato respiratorio puede darle problemas de bronquios, vías respiratorias y pulmones, en definitiva lo que él debe hacer es dejar el humo”, receta el galeno.
Un detalle poco conocido del uso de la leña para cocinar es que, esta necesita de un catalizador para su combustión, y este normalmente son las bolsas de plástico, pues el gas también resulta demasiado caro.
Doña Vilma Ramírez, quien produce fritos hace 20 años en su pequeño negocio casero de comidas rápidas, reconoce que a pesar de los peligros de exponerse diariamente al humo de la madera, prefiere la leña porque permite ahorrarse considerable cantidad de tiempo en su trabajo: “Cocinando con gas se puede tardar cuatro horas lo que con leña hace en una. Yo sé que hace daño, hace tiempo yo padecí de bronquitis por esto, pero en el nombre de Jesucristo me sané porque ya ningún medicamento me curaba”, agregó.
La OMS afirma en su sitio web que el humo que se emite con el uso de la leña es siete veces más tóxico al límite determinado por la Agencia de Protección al Medio Ambiente, (EPA, por sus siglas en inglés). En el mismo informe se dice que una persona muere cada veinte segundos como resultado de esta polución.
El mismo comunicado afirma que en los países latinos “una persona puede pasar entre 3 y 4 horas al día recogiendo leña”, lo que puede repercutir en el tiempo disponible para asistir a la escuela o conseguir trabajo fuera de la casa.
A pesar de que el uso de la leña pueda representar una opción rentable en el corto plazo para más de la mitad de la población ariguanense que aún realiza esta práctica, lo cierto es que el humo nos está asfixiando y estamos quemando lo poco que tenemos.
Y aunque muchos de estos datos son ampliamente difundidos, parece que la ceguera que produce el CO2 se ha expandido no sólo entre quienes se exponen a él, sino también entre quienes tienen la posibilidad de hacer algo por mejorar. Se nos acaba la leña y la poca que tenemos, nos está haciendo “leña”.
UN MUNICIPIO EN VÍA A LA DEFORESTACIÓN
De acuerdo con datos arrojados por la ONG “CORPOCÍVICA”, apoyada en datos del Ministerio del Medio Ambiente, la alerta se ha encendido en los últimos dos años en Ariguaní. Este municipio ha pasado de ser una de las regiones de mediana riqueza forestal, a convertirse en la zona mas amenazada en el Magdalena por la deforestación irresponsable de sus exuberantes montañas.
Según el informe, la cabecera municipal (El Difícil) presenta una de las condiciones ambientales más deterioradas: el dos por ciento de su territorio está cubierto por bosque natural secundario y más del 75 por ciento de los suelos experimentan cierto grado de erosión.
En ese mismo informe, se declara que entre el 51 y el 69 por ciento del consumo energético proviene de la quema de leña. En el campo, el consumo de leña representa el 98 por ciento del consumo de energía. Como consecuencia se ha incrementado la deforestación en un promedio de 4,5 hectáreas por año.
Sin embargo, a muchos les impacta. Parece mejor pensar en el ahorro que trae consigo la utilización de la leña.
Igual llamado hacen los ambientalistas a la ladrilleras, otra de las responsables del deterioro forestal y alta contaminación ambiental.
¿Y EL TAN SONADO PROYECTO DE GAS DOMICILIARIO?
Una de las soluciones añoradas por los dificileros es el gas natural que ya poseen infinidades de municipios de Colombia. Pero hay cosas extrañas: en primer lugar es inaudito que Ariguaní no cuente con este servicio domiciliario habiendo poseído una de las reservas más importantes de petróleo en el pasado y albergando aún grandes reservas de gas del tipo City Gate según el Ministerio de Minas. Más aún, como segundo punto, no podemos creer que el publicitado proyecto de la construcción de la de Estaciones de Descompresión, las Redes de Distribución de Gas Natural Domiciliario y redes internas para el casco Urbano del Municipio de Ariguaní, del anterior alcalde Alejandro Gámez Curiel todavía no se haya culminado, amenazando con convertirse en otro elefante blanco.
De ese proyecto apenas vemos una estación de descompresión inoperante y unas ganas de la gente de ver la llama de ese proyecto en sus artefactos de cocina. Aun cuando las redes están bajo tierra en espera del flujo de gas, hay quienes también aguardan para que les repongan los deterioros causados por los contratistas en sus sardineles, al momento de instalar las redes domiciliarias. (Recurso global de apoyo: uca.edu.sv)
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