LA EDUCACIÓN MÁS ALLÁ DE LA ESCOLARIDAD…
ECO CIUDADANO
Algún día escuché al
magíster en Educación, José Manuel Díaz
Barrios, compartiendo un espacio de formación pedagógica en la ciudad de
Santa Marta parafrasear a un pedagogo venezolano diciendo que: “Entre más oportunidades tenga el hombre para
educarse, menos riesgos tiene de ser pobre”. En
este sentido la educación está concebida como el vehículo por medio del cual se
llega al desarrollo y al progreso de las comunidades y por ende del individuo
como fundamento esencial del entramado social.
Si realizamos una
interiorización concienzuda de estas premisas y más aún si nos interrogamos
acerca de cuál debe ser el propósito de la formación intelectual que se imparte
desde las diferentes áreas del conocimiento en las IE del país, hallamos una
dicotomía entre lo que debe ser y lo que en realidad se evidencia en la
práctica pedagógica misma y en el comportamiento, en la visión y en el nivel
intelectual de los educandos.
Este sencillo análisis nos conduce a reflexionar
frente a diversas situaciones del contexto Nacional, regional y local; de
acuerdo a los instrumentos que miden la educación de los países, Colombia está
posesionada en lugares indeseables producto de los resultados obtenidos en
áreas fundamentales como Matemáticas, Lenguaje y Ciencias; a nivel de región y
específicamente en lo departamental, ocupamos el segundo lugar en una tabla
invertida elaborada por el MEN superando honrosamente solo al Chocó que
presenta los índices de corrupción y anarquía administrativa más altos de
Colombia.
Aterrizando en el
campo local que es lo que nos ocupa en este análisis, tenemos que admitir que
las cosas no están a la altura que deberían y sobre este aspecto en el ámbito
Municipal hay muchas cosas que decir y hacer si pretendemos contribuir en la
promoción de nuevos ideales de sociedad en los jóvenes que hoy transitan por
los centros educativos; son diversos los factores que pueden favorecer a que
los resultados académicos no sean los que se esperan y hacia donde necesita
estar direccionada nuestra educación; el mismo sistema educativo contribuye a
que los estudiantes circulen de un grado a otro sin tener los elementos
necesarios para afrontar un grado superior; cuando solo podía perder el 5% de
los estudiantes, dentro de los “malos” teníamos que escoger el peor y solo uno
reprobaba el grado generalmente, producto de estas medidas se fue creando
mentalidades mediocres, conformistas y pasivas en los estudiantes; todo esto
desde que se le asigno a los estudiantes un valor per cápita.
Por otro lado los
referentes sociales y económicos nacionales influyen en la configuración de
paradigmas existenciales de los estudiantes fundamentados en la vanidad,
opulencia, diversión, deleite y dinero fácil; estos referentes conllevan a los
jóvenes a creer que la vida de ellos puede y debe ser así fácil, indiferente y
“sabrosa”.
El problema no es de forma sino más bien de fondo y por ello requiere
del trabajo conjunto de padres, directivos, docentes y sociedad en general para
orientar a los muchachos de hoy hacia un mundo real, donde sus acciones estén
en correspondencia con la realidad que vive en sus contextos. Cada generación
de muchachos orienta sus acciones, sus ideales y sus responsabilidades tomando
como referente aquellos que los han antecedido y como el modelo no les
proporciona elementos sustanciales que faciliten su movilidad hacia una
reorientación social y cultural, cada día el prototipo posee mayores
dificultades para el desarrollo y el progreso individual o colectivo y nos empuja
cada día a estar anclados- detenidos en el tiempo y en el espacio sin
posibilidad de trascender.
Existe una
desesperanza en los estudiantes con su propia formación y con la vida, se muestran apáticos a todo aquello que exige
esfuerzo mental o sacrificio de tiempo; no ven en la educación una alternativa
y una oportunidad para mejorar su calidad de vida y de quienes los rodean, esta
inadvertencia e indiferencia por su educación provoca que las metodologías y
estrategias pedagógicas utilizadas de ninguna forma cumplan su cometido y la
aprehensión de los saberes decline en forma vertiginosa.
Un aspecto
trascendental que incide en la formación-educación de los muchachos es la familia,
infortunadamente existe una descomposición familiar y los hijos ya no son de la
casa sino de la calle perdiéndose la
autoridad lo cual refuerza que los
estudiantes no asuman responsabilidades; cabria entonces recordar una frase
expuesta por Lic. y especialista en Educación, Carlos Guillermo Díaz Melo donde
expresaba que “La autoridad
requiere de dos elementos fundamentales que son el conocimiento y la moral”.
Preocupante que
nuestros jóvenes finalicen la educación media con privaciones académicas y
formativas debido a que muy pronto serán ellos los que tendrán en sus manos la
administración de una sociedad globalizada que exige cada día mayores niveles
intelectuales; se plantea entonces una reorganización y re-significación de los
procesos educacionales de tal forma que se logre desterrar de la mentalidad de
los estudiantes la apatía y el facilismo para poder comenzar a hablar de
calidad educativa y excelentes resultados académicos y laborales para los
cientos de bachilleres que son entregados a la sociedad cada año por las IE del
municipio de los cuales un gran porcentaje llegan a engrosar la lista de
desempleados de nuestro territorio.
Albert Einstein decía que “Lo único que interfiere con mi aprendizaje, es mi
educación” haciendo apología a la importancia de la
orientación y formación en valores para que el hombre pueda comprender su
verdadera función en la construcción de su propio destino….