LA EDUCACIÓN MÁS ALLÁ DE LA ESCOLARIDAD…


Por: Lic. ROBERTO CARLOS ATENCIA MORALES
ECO CIUDADANO

Algún día escuché al magíster en Educación, José Manuel Díaz Barrios, compartiendo un espacio de formación pedagógica en la ciudad de Santa Marta parafrasear a un pedagogo venezolano diciendo que: “Entre más oportunidades tenga el hombre para educarse, menos riesgos tiene de ser pobre”. En este sentido la educación está concebida como el vehículo por medio del cual se llega al desarrollo y al progreso de las comunidades y por ende del individuo como fundamento esencial del entramado social.

Si realizamos una interiorización concienzuda de estas premisas y más aún si nos interrogamos acerca de cuál debe ser el propósito de la formación intelectual que se imparte desde las diferentes áreas del conocimiento en las IE del país, hallamos una dicotomía entre lo que debe ser y lo que en realidad se evidencia en la práctica pedagógica misma y en el comportamiento, en la visión y en el nivel intelectual de los educandos. 

Este sencillo análisis nos conduce a reflexionar frente a diversas situaciones del contexto Nacional, regional y local; de acuerdo a los instrumentos que miden la educación de los países, Colombia está posesionada en lugares indeseables producto de los resultados obtenidos en áreas fundamentales como Matemáticas, Lenguaje y Ciencias; a nivel de región y específicamente en lo departamental, ocupamos el segundo lugar en una tabla invertida elaborada por el MEN superando honrosamente solo al Chocó que presenta los índices de corrupción y anarquía administrativa más altos de Colombia.


Aterrizando en el campo local que es lo que nos ocupa en este análisis, tenemos que admitir que las cosas no están a la altura que deberían y sobre este aspecto en el ámbito Municipal hay muchas cosas que decir y hacer si pretendemos contribuir en la promoción de nuevos ideales de sociedad en los jóvenes que hoy transitan por los centros educativos; son diversos los factores que pueden favorecer a que los resultados académicos no sean los que se esperan y hacia donde necesita estar direccionada nuestra educación; el mismo sistema educativo contribuye a que los estudiantes circulen de un grado a otro sin tener los elementos necesarios para afrontar un grado superior; cuando solo podía perder el 5% de los estudiantes, dentro de los “malos” teníamos que escoger el peor y solo uno reprobaba el grado generalmente, producto de estas medidas se fue creando mentalidades mediocres, conformistas y pasivas en los estudiantes; todo esto desde que se le asigno a los estudiantes un valor per cápita.
 
Por otro lado los referentes sociales y económicos nacionales influyen en la configuración de paradigmas existenciales de los estudiantes fundamentados en la vanidad, opulencia, diversión, deleite y dinero fácil; estos referentes conllevan a los jóvenes a creer que la vida de ellos puede y debe ser así fácil, indiferente y “sabrosa”. 

El problema no es de forma sino más bien de fondo y por ello requiere del trabajo conjunto de padres, directivos, docentes y sociedad en general para orientar a los muchachos de hoy hacia un mundo real, donde sus acciones estén en correspondencia con la realidad que vive en sus contextos. Cada generación de muchachos orienta sus acciones, sus ideales y sus responsabilidades tomando como referente aquellos que los han antecedido y como el modelo no les proporciona elementos sustanciales que faciliten su movilidad hacia una reorientación social y cultural, cada día el prototipo posee mayores dificultades para el desarrollo y el progreso individual o colectivo y nos empuja cada día a estar anclados- detenidos en el tiempo y en el espacio sin posibilidad de trascender.

Existe una desesperanza en los estudiantes con su propia formación y con la vida,  se muestran apáticos a todo aquello que exige esfuerzo mental o sacrificio de tiempo; no ven en la educación una alternativa y una oportunidad para mejorar su calidad de vida y de quienes los rodean, esta inadvertencia e indiferencia por su educación provoca que las metodologías y estrategias pedagógicas utilizadas de ninguna forma cumplan su cometido y la aprehensión de los saberes decline en forma vertiginosa. 

Un aspecto trascendental que incide en la formación-educación de los muchachos es la familia, infortunadamente existe una descomposición familiar y los hijos ya no son de la casa sino de la calle perdiéndose  la autoridad lo cual refuerza  que los estudiantes no asuman responsabilidades; cabria entonces recordar una frase expuesta por Lic. y especialista en Educación, Carlos Guillermo Díaz Melo donde expresaba que “La autoridad requiere de dos elementos fundamentales que son el conocimiento y la moral”.

Preocupante que nuestros jóvenes finalicen la educación media con privaciones académicas y formativas debido a que muy pronto serán ellos los que tendrán en sus manos la administración de una sociedad globalizada que exige cada día mayores niveles intelectuales; se plantea entonces una reorganización y re-significación de los procesos educacionales de tal forma que se logre desterrar de la mentalidad de los estudiantes la apatía y el facilismo para poder comenzar a hablar de calidad educativa y excelentes resultados académicos y laborales para los cientos de bachilleres que son entregados a la sociedad cada año por las IE del municipio de los cuales un gran porcentaje llegan a engrosar la lista de desempleados de nuestro territorio.

Albert Einstein decía que “Lo único que interfiere con mi aprendizaje, es mi educación” haciendo apología a la importancia de la orientación y formación en valores para que el hombre pueda comprender su verdadera función en la construcción de su propio destino….