Buscan resolver
conflicto social generado
por las recientes invasiones en El Difícil
*El Concejo Municipal
de Ariguaní teme que una intervención policiva pueda generar en la población
afectada una respuesta violenta, si se toma en cuenta que en el pasado la
actuación del Esmad ha derivado en asonadas que terminaron con el destrozo de
edificaciones publicas y la incineración de las casas de exalcaldes y
mandatarios de turno.
Por JOSÉ MANUEL DÍAZ
A través de unas mesas de trabajo con las que se espera
abordar todas las soluciones posibles, el Concejo Municipal busca vincularse a
los esfuerzos emprendidos por la Alcaldía Municipal para darle una salida
pacífica a las recientes invasiones acaecidas en El Difícil, que además de
afectar la propiedad privada han impactado amplias zonas destinadas a la diversión,
la cultura y la experimentación agropecuaria.
En esas dinámicas grupales que se han propuesto participarán
los concejales según la comisión que corresponda, así como funcionarios
municipales, profesionales en distintas áreas, dirigentes comunales, líderes de
los grupos de invasores y todas aquellas personas que por iniciativa propia
deseen aportar conocimientos en sus respectivas materias.
El tema principal a discutir será la falta de vivienda, pero
se ha extendido su utilidad para la discusión y concertación en otros aspectos
como la educación, salud, desplazamiento, entre otros, entendiendo que en el
malestar social que experimenta gran parte de la población inciden muchas
variables con dimensiones aún no resueltas.
Los concejales estiman que “la falta de políticas claras en
la parte social” fue lo que llevó a los casi mil pobladores a ocupar por las
vías de hecho, el pasado 27 de octubre, una importante franja de terreno donde
hay una comprobada posesión legal de particulares y una zona vital donde se
proyectó hace una década el Complejo Habitacional y Recreacional de Villa
Palmera, el cual incluye un puesto de salud, el nuevo mercado público, casa de
la cultura, la media torta, plaza de eventos, feria ganadera, una laguna recreativa
y el pulmón verde conocido como ‘Las Melinas’, que fue totalmente destruido
para constituirse hoy en una tolda de cambuches.
De acuerdo con lo expresado por el Concejo en pleno, el municipio
no se encuentra en el momento social indicado para emprender junto a la fuerza
pública un desalojo de al menos 500 invasores, porque en lugar de solucionar el
conflicto lo agudizaría.
Esa acción fue contemplada inicialmente por la
administración municipal, tal como se desprende de una respuesta oficial a un
derecho de petición entablado por propietarios de lotes, mediante resolución
530 del 31 de octubre del año en curso, expedida por la alcaldesa (e) Bibiana
Quiroz Campo.
En el oficio se especifica que “con el único objeto de
evitar que estas situaciones de hecho (entiéndase: invasiones) se sigan
presentando, la Administración Municipal, por conducto del alcalde ha radicado
ante el despacho del señor comandante de la policía del Magdalena, una solicitud
de incremento del pie de fuerza policivo para la cabecera municipal, e
igualmente, se ha solicitado la presencia del grupo antimotines –Esmad- de la
Policía Nacional (y) en estos momentos estamos a la espera de respuesta de
dicha solicitud”.
“EL DIALOGO ES POSITIVO”. El Concejo Municipal celebró a mediados de esta semana el
cambio de posición del burgomaestre frente al tema del desalojo por la fuerza y
por decidirse a marcar un derrotero de dialogo con los invasores, “con base a certezas
y mucha franqueza”.
La concejala María Claudia Pinzón Celemín, junto a sus
compañeros de bancada y otros tanto de la mesa directiva como de las distintas
corrientes políticas, afectos o no al alcalde, se pronunció afirmando que “ese
dialogo es positivo y nunca se debe dejar decaer para el bien del municipio de
Ariguaní”.
El temor de los cabildantes como de la totalidad de fuerzas
vivas de la municipalidad, radica en las consecuencias que una contención
policiva pueda generar en la población afectada, si se toma en cuenta que en el
pasado ese tipo de acciones han derivado en asonadas que terminaron con el
destrozo de edificaciones publicas y la incineración de las casas de exalcaldes
y mandatarios de turno.
Para los concejales, la esperanza sobre una solución de
fondo se soporta en los dos proyectos urbanísticos, cada uno para 180 familias,
que el alcalde tiene que volver a radicar muy pronto en Bogotá, los cuales
fueron devueltos por no cumplir con ciertos requisitos. “Eso debe ser
suficiente para calmar los ánimos caldeados”, sentenció el dirigente político,
Ronin Ríos Liñán.
EN SESION PERMANENTE se declarará el Concejo de Ariguaní
hasta ver materializada una salida pacífica al conflicto social que se ha
suscitado con casi 1.000 personas que invadieron predios particulares y
municipales en derredor del Complejo Recreativo de Villa Palmera.
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