Desde la edificación contigua a la Notaría sale el torrente de aguas servidas que ha destrudo una de las principales avenidas de El Difícil e imposibilita el paso de vehículos y peatones.
De todas partes salen chorros, hasta convertir la calle en un verdadero revolcadero de cerdos.
¡QUE FALTA DE CIVISMO!
“Mi calle permanece tan húmeda que parece una lengua”, dijo sin abochornarse un residente de la Avenida Los Estudiantes, tal vez tan culpable como el resto de los moradores de esta importante vía urbana cuyo deprimente estado pone en evidencia la falta de sentido cívico de algunos dificileros.
No hay día del año en que esta calle no presente un aspecto propicio para un revolcadero de cerdos. Las aguas servidas parten desde la edificación aladeña a la Notaría de Ariguaní, confluyen con otras que salen de la Calle Mocha y se esparcen por todo el ancho de la avenida luego de recibir más de las residencias que están ubicadas a cada uno de sus lados.
Lo que acrecienta la preocupación de las personas afectadas, precisamente los de más abajo, son los malos olores que expele el charco que se forma al frente de la casa de Ferdinando Farelo. Justo allí queda la escuela “María Auxiliadora”, cuyos alumnos y padres de familia han experimentado incomodidades por tal situación en época de clases.
El tráfico por la “Calle Lengua” no es el más deseable, pero es casi obligado pasar por ahí si se quiere llegar al sector céntrico con rapidez o dirigirse hacia otro punto cardinal de El Difícil. Inclusive, es la ruta que toman a diario los habitantes de barrios como San José, Kennedy, Brasil, Villa Palmera y Aguas Claras, así como los estudiantes de centros escolares como el Liceo Ariguaní, Jorge Eliécer Gaitán, Escuela Urbana de Niñas y Gimnasio Moderno.
Los usuarios de mototaxis lo piensan dos veces, ya que la rueda trasera de estos vehículos salpica la ropa con esas aguas malolientes. Uno que otro feligrés católico que pretendiendo llegar un domingo a misa para cumplir con sus sacramentos, se ha visto obligado a volver a su casa luego de ser embadurnado por un carro mientras se dirigía a la iglesia del Santo Cristo.
Ante todo eso afloran ciertas preguntas: ¿Dónde están las autoridades correspondientes?, ¿Dónde están los pronunciamientos de los concejales que viven en ese sector?, ¿Es esta la cara que queremos mostrar en esta temporada de vacaciones para propios y extraños?
Esperamos respuesta, o mejor dicho, acciones efectivas. ( Fotos: M. Leonardo Moscote Gil)
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