EL ADIÓS DEL MAESTRO RAMÓN LEMUS
Optimista pero con un dejo de nostalgia se marchará de nuestras tierras, Ramón Nonato Lemus Toro, el maestro más influyente de la nueva camada de acordeoneros del municipio de Ariguaní. Desde el próximo 7 de enero será el instructor principal de la Escuela de Bellas Artes de Fundación (Magdalena), donde esperan que forje de igual o mejor manera el talento que cosechó prodigiosamente en “La Cuna del Son”.
Al referirnos a él como un artista de significativa preponderancia entre las nuevas generaciones de músicos en Ariguaní en la última década, lo hacemos con base a los logros obtenidos por sus alumnos en distintos certámenes. Por ejemplo, Jesús Ocampo Ospino se coronó Rey Infantil del Festival de la Leyenda Vallenata en el año 2006 como colofón a su corta pero exitosa trayectoria. También se destaca el joven Jairo Gazel Moreno, virrey en Valledupar en el 2008 y triunfador sin pausa en escenarios festivaleros de la talla del “Cuna de Acordeones” en Villanueva (Guajira) y otros no menos importantes, como los celebrados en Turbo (Antioquia) y Arjona (Bolívar). De esta cría no podríamos echar de menos al ya connotado intérprete Anuar García, quien cumple en la actualidad una destacada labor al lado del “Rey de los Pueblos” Farid Ortíz y arrasando en ventas en su más reciente producción discográfica. Igualmente merece Ramón Lemus reconocimiento tras lo efectuado por Luis Alfonso Batista, Armando Luis Hernández, los hermanos Cabeza Isaza y Argemiro Bolaños, figuras ya del vallenato.
Lemus espera encontrar en su nueva ubicación un espacio de mayores incentivos para su desempeño como maestro y se le permita poner en práctica todos los conocimientos adquiridos durante su diplomado como gestor cultural en la Universidad del Magdalena, y recientemente, como docente en teoría musical, investigación y gestión cultural que le otorgara el Ministerio de Cultura mediante la Fundación para el Desarrollo de las Artes de la Guajira –FUNDARTES-.
Creemos que a este gran maestro los gobernantes de Ariguaní le quedan debiendo el nombramiento como director de la Casa de la Cultura “César De León”, donde prácticamente estuvo minimizado por razones políticas, por desconocimiento de su hoja de vida, o crudamente, porque a simple vista sólo es ese acordeonero que complace a los de clase en sus concurridas parrandas.
Pero como dice él: “no me voy resentido con nadie, aunque hay que guardar distancia con la gente que te aparenta una amistad y olvidarte de los que te prometen y no cumplen”.
¿Y COMO QUEDA LA CASA DE LA CULTURA?
Sin querer desprestigiar lo nuestro y alabar lo ajeno, hay que decir que lo que va a encontrar Ramón Nonato Lemus en el nuevo lugar de trabajo es totalmente diferente a lo que es en la actualidad la casa de la cultura de El Difícil.
Una visita hecha por ARIGUANÍ AL DÍA, en compañía de algunos artistas y líderes cívicos a ese centro de formación cultural, permitió constatar que éste ha perdido su preponderancia como tal y se temió que a la salida y desmejoramiento salarial de los instructores, quede remitido al olvido.
Nos percatamos que el inventarío de instrumentos no pasa de un par de acordeones y una que otra guitarra. De los aparejos de viento y de percusión sólo se sabe que fueron prestados por la anterior administración a la “Toribanda”, sin que hasta el momento se advierta siquiera la fecha de su devolución. En el pasado esos préstamos han terminado con el extravío de los instrumentos y finalmente nadie responde por nada; salvo en el 2001, cuando en una cruzada maratónica se logró rescatar, entre trompetas, trombones, clarinetes, bombo y platillos, lo necesario para reiniciar la banda 14 de septiembre.
Como van las cosas también morirá la Escuela de Música Tradicional Vallenata y su similar de cuerdas. Creemos que todo esto debe poner a pensar todo mundo, desde el gobernante, pasando por la secretaria de desarrollo social, los mentores del Festival del Son Tigre de la Montaña, los cultores y artistas de Ariguaní.
La cultura debe estar en los deseos venturosos del próximo año.
Optimista pero con un dejo de nostalgia se marchará de nuestras tierras, Ramón Nonato Lemus Toro, el maestro más influyente de la nueva camada de acordeoneros del municipio de Ariguaní. Desde el próximo 7 de enero será el instructor principal de la Escuela de Bellas Artes de Fundación (Magdalena), donde esperan que forje de igual o mejor manera el talento que cosechó prodigiosamente en “La Cuna del Son”.Al referirnos a él como un artista de significativa preponderancia entre las nuevas generaciones de músicos en Ariguaní en la última década, lo hacemos con base a los logros obtenidos por sus alumnos en distintos certámenes. Por ejemplo, Jesús Ocampo Ospino se coronó Rey Infantil del Festival de la Leyenda Vallenata en el año 2006 como colofón a su corta pero exitosa trayectoria. También se destaca el joven Jairo Gazel Moreno, virrey en Valledupar en el 2008 y triunfador sin pausa en escenarios festivaleros de la talla del “Cuna de Acordeones” en Villanueva (Guajira) y otros no menos importantes, como los celebrados en Turbo (Antioquia) y Arjona (Bolívar). De esta cría no podríamos echar de menos al ya connotado intérprete Anuar García, quien cumple en la actualidad una destacada labor al lado del “Rey de los Pueblos” Farid Ortíz y arrasando en ventas en su más reciente producción discográfica. Igualmente merece Ramón Lemus reconocimiento tras lo efectuado por Luis Alfonso Batista, Armando Luis Hernández, los hermanos Cabeza Isaza y Argemiro Bolaños, figuras ya del vallenato.
Lemus espera encontrar en su nueva ubicación un espacio de mayores incentivos para su desempeño como maestro y se le permita poner en práctica todos los conocimientos adquiridos durante su diplomado como gestor cultural en la Universidad del Magdalena, y recientemente, como docente en teoría musical, investigación y gestión cultural que le otorgara el Ministerio de Cultura mediante la Fundación para el Desarrollo de las Artes de la Guajira –FUNDARTES-.
Creemos que a este gran maestro los gobernantes de Ariguaní le quedan debiendo el nombramiento como director de la Casa de la Cultura “César De León”, donde prácticamente estuvo minimizado por razones políticas, por desconocimiento de su hoja de vida, o crudamente, porque a simple vista sólo es ese acordeonero que complace a los de clase en sus concurridas parrandas.
Pero como dice él: “no me voy resentido con nadie, aunque hay que guardar distancia con la gente que te aparenta una amistad y olvidarte de los que te prometen y no cumplen”.
¿Y COMO QUEDA LA CASA DE LA CULTURA?
Sin querer desprestigiar lo nuestro y alabar lo ajeno, hay que decir que lo que va a encontrar Ramón Nonato Lemus en el nuevo lugar de trabajo es totalmente diferente a lo que es en la actualidad la casa de la cultura de El Difícil.
Una visita hecha por ARIGUANÍ AL DÍA, en compañía de algunos artistas y líderes cívicos a ese centro de formación cultural, permitió constatar que éste ha perdido su preponderancia como tal y se temió que a la salida y desmejoramiento salarial de los instructores, quede remitido al olvido.
Nos percatamos que el inventarío de instrumentos no pasa de un par de acordeones y una que otra guitarra. De los aparejos de viento y de percusión sólo se sabe que fueron prestados por la anterior administración a la “Toribanda”, sin que hasta el momento se advierta siquiera la fecha de su devolución. En el pasado esos préstamos han terminado con el extravío de los instrumentos y finalmente nadie responde por nada; salvo en el 2001, cuando en una cruzada maratónica se logró rescatar, entre trompetas, trombones, clarinetes, bombo y platillos, lo necesario para reiniciar la banda 14 de septiembre.
Como van las cosas también morirá la Escuela de Música Tradicional Vallenata y su similar de cuerdas. Creemos que todo esto debe poner a pensar todo mundo, desde el gobernante, pasando por la secretaria de desarrollo social, los mentores del Festival del Son Tigre de la Montaña, los cultores y artistas de Ariguaní.
La cultura debe estar en los deseos venturosos del próximo año.
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