Estado en quedó el carro que hasta hace poco servía para elaborar los apetecidos perros calientes y salchipapas en "Bocaditos" (Foto: Patricia Cabrera)
Los habitantes del sector bancario no lo podían creer. Todavía no se habían repuesto del todo ante tantos acontecimientos funestos en los últimos días, cuando ya avanzada la noche un estruendo de connotaciones apocalípticas estremeció sus viviendas de repente. Los que aún intentaban conciliar el sueño mientras veían televisión, fueron los más sorprendidos. Sólo bastó un instante para que la nocturnal tranquilidad de la zona cambiara de manera inesperada a un estado de zozobra y conmoción, cuando un conductor embriagado estrelló una vetusta camioneta contra utensilios del restaurante “Bocaditos”, poniendo en peligro de manera manifiesta la vida de una decena de clientes y de algunos dependientes.
Testigos narran que el vehículo transitaba zigzagueante desde la esquina de la “Droguería Líder” y pensaron que tal vez podría tratarse de una ruptura de las guías de los muelles, algo que causa en los vehículos cierta inestabilidad y desafía su respectiva maniobrabilidad. Inclusive, creyeron que el conductor podría desacelerar para controlarlo mejor y pasar sin mayores problemas por el transitado sector donde los residentes suelen hasta bien tarde conversar en las puertas de sus casas para aprovechar la frescura de la noche. Pero sucedió todo lo contrario, porque al igual que un Juan Pablo Montoya, y tal vez por el alto grado de alicoramiento, el conductor pasó raudo por la estrecha calle impactando a diestra y siniestra los bordillos, autos, sillas y un carro de perros calientes, hasta quedar estacionado en la terraza de la residencia del ganadero Jaime Maestre Palmera.
El responsable de este hecho fue identificado por las autoridades como Edwin Alfonso Pretel Ríos, quien no pudo emprender la huida gracias a la acción de algunos vecinos. Ante la inspectora central de Policía, Cindy Yajaira Escobar Rivera, el autor de los acontecimientos se comprometió reparar económicamente a la señora Elizabeth Sierra Cortina, propietaria del local “Bocaditos”.
Fachada del concurrido sitios de comidas rápidas
Así quedaron las sillas donde comensales disfrutaban de lo mejor de "Bocaditos"
Hasta el vehículo de Miguel Vega Barrios llevó su parte. La defensa fue prácticamente arranca de la base.
Cuando le preguntamos a Jaime Maestre sobre los hechos y lo que pudo pensar en medio de la angustia, respondió: "Sólo te puedo decir que ese fue un susto de mierda; no se como este tipo se atreve a manejar borracho esa ver..."
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