Cientos de medianos productores del sector agropecuario del Municipio de Ariguaní se encuentran literalmente “con la soga al cuello”, por no poder atender las obligaciones contraídas con las entidades crediticias.
Así se desprende de la inquietud planteada por el Comité de Ganaderos de Ariguaní a las directivas del Banco Agrario de Colombia, en aras de sugerir un cambio en las actuales políticas de crédito, cuya inflexibilidad ha conllevado a una desatención riesgosa de la cartera de fomento agropecuario y a que se planteen futuros embargos a los productores como única salida.
El pronunciamiento fue refrendado por Neil Bustamante Sánchez y Jaime Ramírez Borja, en calidad de presidente y vicepresidente de Coganar respectivamente, así como por quienes de manera directa se han visto envueltos en esta que se considera “la madre de todas las crisis”.
“Debido a la política actual, la fecha de los plazos y los intereses de los créditos del sector agropecuario presentan dificultades para que los productores puedan cumplirlos, por lo que el gremio sugiere que para esta línea de fomento se debe contar con un plazo que se ajuste a la realidad del campo”, dijeron los directivos.
Recomendaron que “los créditos con dos años de periodo de gracia y con pago anual de los intereses es lo más aconsejable, ya que las actuales condiciones de amortización, tasa e incentivos hace imposible que se cumpla con lo pactado”.
MAL CLIMA Y CAROS INSUMOS
Se le recordó al Banco Agrario que “la zona central del departamento del Magdalena ha tenido una disminución significativa del régimen de lluvias, trayendo como consecuencia poca disponibilidad de pasturas, disminución de la productividad, enflaquecimiento de los semovientes, y por ende, nula aceptabilidad en los mercados por la mala calidad de los ganados”.
Pero además, pende sobre la cabeza de los productores los altos precios de los insumos requeridos para el mejoramiento de la producción, en contraste con lo poco que se recibe por litro de leche y kilo de carne en pie.
“El gobierno no ha puesto voluntad para meter en cintura a los comercializadores de insumos agropecuarios pero si les permite aumentos de más del 20%, algo que contrasta con el control ejercido sobre los productos que genera el sector y un paupérrimo incremento del 6%, con lo cual queda demostrado que existe un desbalance financiero en la unidad productiva”, argumentaron los dirigentes gremiales.
OSCURO FUTURO
En esta explicación de lo solicitado al Banco Agrario mediante misiva, Coganar advirtió que “no se debe olvidar que la situación económica por la que atraviesa el mundo, en especial Colombia respecto a los países vecinos, ha incrementado los problemas en el sector primario, creándose una sobreoferta de carne y leche”.
“Eso ha generado una disminución en los precios del 50% del ganado en pie y algo similar en los precios de la leche, afectando significativamente los ingresos del productor pecuario, situación que lógicamente ha llevado a desatender las obligaciones crediticias”, según se precisó.
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