En el marco de las aclaraciones hechas el pasado fin de semana a través de medios radiofónicos y escritos por parte del licenciado Germán Peñaranda Arrieta, rector de la Institución Educativa Departamental Simón Bolívar, ha quedado probado que el directivo no ha tenido nada que ver con el destino de los materiales desmontados tras las remodelaciones de las escuelas Ocho de Diciembre y Urbana de Varones de El Difícil.
A excepción de aquellos equipos de oficina y otros elementos que sirven para el desarrollo de las actividades de enseñanza y aprendizaje que siempre estuvieron a buen recaudo en ambos casos, el rector ha dejado entrever que respecto a otros elementos y materiales desmontados por los contratistas es ajeno a toda responsabilidad.
En cuanto a lo atinente a la Escuela Urbana Mixta Ocho de Diciembre el licenciado Germán Peñaranda expresó que “es temerario afirmar que las tejas y madera de la demolición de un corredor y aula hayan ido a parar a la finca de una persona vinculada a la sede”.
“Eso es completamente falso, puesto que todo ese material fue donado por la Alcaldía Municipal al pastor Walter Herrera”, indicó el directivo en clara alusión al líder de la iglesia interamericana local y quien funge actualmente como concejal de Ariguaní.
Según se infiere, Herrera recibió esos materiales en contraprestación tras permitir que en la sede de su congregación funcionaran varios de los grados de la escuela Ocho de Diciembre mientras se remodelaba la sede escolar.
Herrera a su vez donó los materiales a personas que hoy ocupan la urbanización “Villa Ana”, un lote donde precisamente limita el barrio Ocho de Diciembre con El Carmen y que recientemente generó una candente polémica tanto en el seno del Concejo Municipal como entre varias congregaciones religiosas de la localidad que pretendían poseerlo.
“AFECTARON MI INTEGRIDAD MORAL”
El licenciado Peñaranda pidió a quienes están al frente de la veeduría ciudadana que lo denunció, la rectificación de lo afirmado, por cuanto eso ha causado un inmenso daño a su persona.
“Se ha tocado no sólo mi integridad moral, labrada durante 35 años de servicio a la comunidad, sino que también se ha colocado en peligro mi integridad física”, dijo el directivo docente.
No obstante, la comunidad dificilera cree que desde la Administración Municipal y la propia rectoría de la Institución Educativa Departamental Simón Bolívar se deberían iniciar sendas investigaciones para determinar qué personas particulares tomaron para sí elementos y materiales como techos, bacinetes, madera y otros artefactos que perfectamente pudieron ir a parar a escuelas rurales cuya condición es paupérrima.
“Esa es una asignatura pendiente”, dijo muy preocupado un dirigente cívico que pidió no ser identificado, “puesto que si el profesor Peñaranda no ha sido el responsable en todo esto alguien tuvo que haberse beneficiado”.
Tal como se aprecia en estas viviendas, la mayoría de las casas de la Urbanización “Villa Ana” han sido construidas con los elementos que se desmontaron de la Escuela Rural Mixta Ocho de Diciembre, tras la donación hecha por el alcalde Rivelino Mendoza al pastor Walter Herrera.
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