Por considerar que las nuevas tecnologías serían el complemento ideal para la reconocida experiencia significativa del ‘Biblioburro’, el profesor Luis Humberto Soriano espera este año introducir a sus clases el mínimo equipamiento informático para que sus estudiantes puedan ensancharse e interactuar con otras civilizaciones en la aldea global.
Aunque en principio las cosas parecen no combinar, por tratarse ‘Biblioburro’ de una iniciativa de contexto eminentemente rural, el licenciado en Lengua Castellana y Literatura está convencido que la propuesta no sólo será un incentivo en los niños campesinos para auscultar otras culturas, sino para dar a conocer la suya propia y la manera cómo aprenden con la biblioteca ambulante que él ideó.
Soriano cree que se le puede sacar mucho provecho a esta innovación, puesto que a través del computador y distintos programas de orden pedagógico se puede desarrollar más la creatividad o el ingenio de los estudiantes que participan.
Para cristalizar este nuevo propósito espera seguir contando con la ayuda de la empresa privada y especialmente de entidades como la Caja de Compensación Familiar del Magdalena –Cajamag- la única que según él, lo ha apoyado irrestrictamente, al punto de contratarlo para expandir ‘Biblioburro’ por las zonas más apartadas del departamento, como aquellas habitadas por los nativos de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Siempre ha lamentado el poco interés que ha evidenciado el Estado para institucionalizar el proyecto del ‘Biblioburro’ en el país, a sabiendas de los bajos costos que representa y la enorme contribución que esta experiencia ha traído para la buena imagen del país.
COMPLACIDO CON EL LARGOMETRAJE
Al conocer el anuncio del cineasta Carlos Rendón Zipagauta respecto a que ‘Biblioburro’ dejará de ser muy pronto un documental para convertirse en un largometraje, no ocultó su complacencia por que se convertirá de la noche a la mañana en un actor de cine.
“Sé que con esto no me voy a ganar el Oscar en Hollywood, pero el único premio que me complacería sería el de colocar el nombre de Colombia muy en alto, especialmente a La Gloria, ese pueblo que me vio nacer, crecer y desarrollarme como maestro de su humilde escuela”, dijo Soriano muy emocionado.
Se mostró seguidamente muy agradecido con Zipagauta, porque gracias a él su vida ha tenido una dinámica inesperada pero fructífera, pese a que ambos no se han beneficiado económicamente de ese proyectado ya laureado en distintos certámenes internacionales.
“Sí me gustaría conocer París, lo reconozco”, expresó Soriano en torno a la posibilidad de visitar la capital de Francia donde se hará el montaje de la película sobre la historia de ‘Biblioburro’, algo que de acuerdo con él podría concretarse, si su esperada visita a Cataluña en España se da en las mismas fechas en que se haga la exhibición del film.
Sin embargo, la ida a Europa no lo saca mentalmente de la apretada agenda que empezó a cumplir por estos días en Colombia, donde además de visitar Medellín e importantes localidades de Antioquia en la presente semana, tiene previsto recorrer otras regiones del país para ilustrar en detalles la forma cómo surgió y se desarrolla su creación más querida: el ‘Biblioburro’.
El profesor Luis Humberto Soriano junto a su compañera Diana Arias García, con quien ha podido sostener su afamado restaurante ‘La Cosa Política’ en el corregimiento de La Gloria, Nueva Granada, donde según él, “no son tantos los votos que se ponen, pero sí muchos los que se quitan”.
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