CASA DE LOS BLANCO GUTIÉRREZ en el barrio El Carmen, cuyas paredes, techos y ventanales cedieron ante los deslizamientos de tierra que provocó el último aguacero caído en El Difícil.
Un fuerte aguacero caído en la noche del martes, puso con el credo en la boca a los habitantes de El Difícil por espacio de dos horas, dado que su impetuosidad causó estragos estructurales en varias viviendas y puso en peligro la vida de muchos residentes.
Los mayores daños se evidenciaron en el barrio El Carmen, donde familias como la Blanco Gutiérrez, vieron caer paredes, techo y ventanales como fichas de dominó, al ceder parte de un terreno empinado en esa zona.
En el sector de El Boliche, colapsaron los inmensos muros de contención que resguardan las viviendas aledañas al arroyo El Coquero que atraviesa la localidad de este a oeste. Las casas más afectadas fueron la del señor Nicolás Moscote De Ángel y Magalys Núñez.
Las tormentas eléctricas que acompañaron a la pertinaz lluvias por poco incendian la residencia del señor Julio Baute Gámez, luego que un rayó cayera muy cerca de la zona de talleres de mecánica en El Difícil, alterando el voltaje.
Por la mañana otros residentes, como José Luis Duarte, vieron como los pisos se levantaron, presumiblemente porque este aguacero debilitó aún más la falla geológica que se cierne peligrosamente sobre la franja de cerros que circunda la parte occidental de la localidad.
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