*El tráfico por la Troncal de los Contenedores sigue aún paralizado tras el derrumbe de un puente en el kilómetro 8 del tramo entre Pueblo Nuevo (Ariguaní) y Bosconia (Cesar).
Nuevos planes de contingencia activaron la Alcaldía Municipal y la Defensa Civil para atender las emergencias que ha ocasionado la actual ola invernal en la cabecera municipal y en dos de los principales corregimientos de Ariguaní.
La arremetida de las lluvias ha generado deslizamientos e inundaciones que hasta el momento dejan 174 familias afectadas, según el censo que presentó ayer la Oficina Asesora de Planeación.
El torrente incontrolado del río Ariguaní nuevamente anegó la localidad de San José, al margen de la Troncal de los Contenedores y en zona limítrofe con el Cesar, donde varios de los pobladores se vieron obligados a resguardarse en las partes altas de la vía ante la impetuosidad de las aguas.
Electrodomésticos, muebles y otros tipos de enseres, eran sacados entre la corriente con la ayuda de los voluntarios de la Defensa Civil, que una vez más cumplieron a cabalidad en estos críticos tiempos de emergencia.
La zozobra también se vivió en Pueblo Nuevo por los desbordamientos de los arroyos El Campano y El Cocuelo, luego que aguas surgidas de las represas finqueras fueran a parar a esas minicuencas.
Aún la gente camina por el barro y hace esfuerzos por regresar a las casas los utensilios y mobiliarios que salvaron de las aguas, así como reacomodar aquellos que se mantenían anoche aún amarrados a los caballetes de las viviendas donde resultaron inalcanzables para la corriente.
En El Difícil, la cabecera municipal, los deslizamientos han estado a la orden del día. En el barrio El Carmen varias viviendas colapsaron y en el sector de El Boliche algunos muros que resguardaban los patios fueron arrastrados por la corriente del arroyo El Coquero.
En las zonas de la carretera principal, entre el barrio Paraíso y El Retiro las gentes acudían desesperadas ante las autoridades, por el inminente riesgo que corren al estar bajo la pronunciada pendiente en la “Loma de Inravisión”, que una vieja falla geológica amenaza con desterronar.
Las autoridades han mostrado su preocupación no sólo por estas apremiantes circunstancias, sino por la emergencia que vive Ariguaní tras el derrumbamiento de un puente entre El Difícil y Bosconia por causa de las precipitaciones. El peor de los temores entre los productores agropecuarios y comerciantes ha sobrevenido, por cuanto se estima que una solución tardía al problema podría generar pérdidas incalculables, así como encarecimiento de la canasta familiar o desabastecimiento.
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