Dos profundas heridas en el muslo de la pierna izquierda le produjo una puerca parida al niño Junior Muñoz Navarro, residente en el barrio Simón Bolívar en El Difícil, en el momento que jugaba junto a uno de sus primos en la puerta de su casa. La gravedad de la lesión ameritó que fuese trasladado hasta la sala de urgencia del hospital “Alejandro Maestre Sierra” donde los galenos de turno le atendieron de manera oportuna para evitar que la mordida evolucionara hacia un cuadro infeccioso que pusiera en riesgo su vida. Según la versión entregada por los familiares del afectado, quien cuenta apenas con cinco años de edad, el ataque se produjo de manera sorpresiva y sin que el niño lo hubiese provocado. Sin embargo otros testigos cuentan que tanto Junior como su primo intentaron agarrar a una de las crías de la cerda, generando una brusca reacción en el animal con las consabidas consecuencias. Sea quien tenga la razón en este caso, las diversas situaciones que originan los animales callejeros en El Difícil no paran y obligan a que las autoridades tomen cartas en el asunto de manera definitiva, ya que los propietarios de los mismos hacen caso omiso de toda la advertencia gubernamental que se expide en este sentido.
LO MORDIÓ UNA PUERCA PARIDA
Dos profundas heridas en el muslo de la pierna izquierda le produjo una puerca parida al niño Junior Muñoz Navarro, residente en el barrio Simón Bolívar en El Difícil, en el momento que jugaba junto a uno de sus primos en la puerta de su casa. La gravedad de la lesión ameritó que fuese trasladado hasta la sala de urgencia del hospital “Alejandro Maestre Sierra” donde los galenos de turno le atendieron de manera oportuna para evitar que la mordida evolucionara hacia un cuadro infeccioso que pusiera en riesgo su vida. Según la versión entregada por los familiares del afectado, quien cuenta apenas con cinco años de edad, el ataque se produjo de manera sorpresiva y sin que el niño lo hubiese provocado. Sin embargo otros testigos cuentan que tanto Junior como su primo intentaron agarrar a una de las crías de la cerda, generando una brusca reacción en el animal con las consabidas consecuencias. Sea quien tenga la razón en este caso, las diversas situaciones que originan los animales callejeros en El Difícil no paran y obligan a que las autoridades tomen cartas en el asunto de manera definitiva, ya que los propietarios de los mismos hacen caso omiso de toda la advertencia gubernamental que se expide en este sentido.
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