ARIGUANI: EN EL PUNTO MÁS BAJO DE SU PRODUCCIÓN AGROPECUARIA POR FUERTE SEQUÍA

A los estados más bajos y muy aceleradamente vienen cayendo los indicadores agropecuarios en el municipio de Ariguaní, por culpa de la fuerte sequía que vienen experimentando en sus predios los ganaderos y agricultores de la municipalidad.

Debido a esta desaceleración también han caído los ingresos en sectores tan importantes como el de servicios, que se mueve gracias a ese otro piñón que hace rotar la economía local, puesto que las zonas de provincia como la que representa El Difícil y sus alrededores basan su sustento sobre lo que produce el sector agropecuario principalmente.

Ariguaní, que ha sido considerada históricamente como una municipalidad de vocación eminentemente campesina y con gran participación a escala departamental en ese orden, hoy está convertido en un escenario desolado y a expensas de un fenómeno climatológico como el de “El Niño”, que se sumó implacablemente a otros factores como los bajos precios y la caída de las exportaciones, para ahondar su crisis.

Dentro de los subsectores más golpeados se encuentra la cadena láctea y la producción de derivados tan representativos como el queso, que según fuentes del comité de Ganaderos de Ariguaní, éste último ha descendido un 65% desde el pasado mes de noviembre hasta la fecha en su manufactura.

El anterior dato fue refrendado por los propietarios de la quesera El laurel, quienes apenas han logrado reunir en medio de este verano 7.000 kilos cada semana, mientras que en una temporada normal la cifra asciende a los 20.000.

Como ellos existen cuatro grandes compradores más en esta localidad, entre esos uno que otro procesador, que en conjunto entregan a industriales del interior del país y algunas partes de la región Caribe cerca de 100.000 kilos semanales en épocas de bonanza.

Para esos comerciantes la situación no está pintando bien y podría empeorar porque el mes de marzo justamente se convierte en el lapso más crítico del verano, ya que las vacas productoras de leche han sufrido un enorme desgaste en diciembre, enero y febrero.

“La verdad es que no se había observado un verano de esa magnitud anteriormente”, dijo el empresario ganadero Candelario Barrios de Ángel, para quien esta crisis también es culpa de ciertos finqueros que no se preparan para la sequía y por los abusos con el sobrepastoreo, ocasionándose no sólo baja productividad sino incontables muertes de animales.

Sobre esa realidad planteada, precisamente Fedegan, con el apoyo del Comité de Ganaderos de Ariguaní, ha venido solventando las dificultades de los ganaderos por falta de alimentos en sus fincas, entregando a bajos precios porciones de heno y ensilaje a sus afiliados.

La destinación económica de la Federación Nacional de Ganaderos para aliviar las consecuencias de la actual crisis en todo el país bordea los 7.000 millones de pesos, de la cual gran parte ha sido dirigida a la región Caribe, según reveló Neil Bustamante Sánchez, presidente de Coganar.


En verdaderos atolladeros se han convertido los jagüeyes de muchas fincas de Ariguaní por efectos de la sequía, tal como se aprecia en este predio al margen de la Troncal de los Contenedores, entre El Difícil y el corregimiento de Pueblo Nuevo.

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