CHIMILAS PIDEN QUE NO LOS DEJEN MORIR

Por: JOSÉ MANUEL DÍAZ

ENVIADO ESPECIAL

RESGUARDO ISSA ORISTUNA (SABANAS DE SAN ÁNGEL)

No había detenido totalmente la marcha el vehículo en que HOY DIARIO DEL MAGDALENA llegó a Issa Oristuna, cuando una anciana se volcó apresurada a él para rogar, como si fuéramos enviados de Dios, que no los dejemos morir.

La desgarradora escena fue protagonizada por María Dominga Sánchez, una septuagenaria mujer de los Ette Ennaka, tal como se autodenominan en su lengua madre, quien vio morir a cinco de sus nietos de una extraña enfermedad respiratoria aún no controlada y que  amenaza con diezmar a la ya sufrida etnia indígena.

Luis Guillermo, de 12 meses; Rosa, de 11; Marco Antonio, de 12, Indira, de 2 años y otro menor, que no alcanzó a ser bautizado, eran lo más preciado que María Dominga tenía, ya que eran vástagos “puros”; es decir, no mestizos, que ayudarían a esta gente a preservarse a lo largo del tiempo.

El dolor volvió a desgarrar su alma y a través de un fuerte grito que estremeció la tupida maraña en la que todavía viven, quiso como invocar a ‘Narayajna’, mítico dios poderoso entre los chimilas que parece vuelto sordo ante tanta dejación y sufrimiento.

Ciertamente para ellos y quienes visitamos el resguardo, parece increíble que en pleno siglo XXI nadie se acuerde de los chimilas sino para votar en elecciones. El reclamo permanente por médicos y medicinas no tiene eco en el gobierno ni en las entidades que se implementan en salud en el país con el dinero de los contribuyentes.

“EL SERVICIO DE SALUD NO SIRVE”

Yaneth Jiménez, madre del primer menor fallecido, dijo que su hijo presentó tos, fuertes dolores de cabeza, fiebre y un malestar en los huesos, luego de ser contagiado con gripa hace 17 días.

“A mi hijo lo llevé al puesto de salud varias veces y me devolvía con él igualito, nada le hacían”, dijo la mujer que ahora viste de luto y no sabe porque tiempo más, si dos de sus pequeños, que también están enfermos, corren la misma suerte.

Expresó que en el puesto de salud en San Ángel el médico les receta un acetaminofen y un ibuprofeno, y si otra medicina se necesita urgentemente, deben comprarla de sus propios bolsillos.

Rafael, hijo de la matrona María Dominga, señaló que “cuando en la receta se manda un medicamento que cueste más de 6 mil pesos, debemos comprarlo, así tengamos ese día que sacrificar algo de comida”.

Los chimilas exigen que se les coloque médico fijo, que asistan regularmente y adelanten acciones preventivas, para que epidemias como la actual no vuelvan a repetirse.

Aunque la extraña enfermedad respiratoria ya se llevó a cinco de ellos, no parece detenerse, por cuanto 7 se encuentran hospitalizados bajo condición crítica en fundación; igual que 8 en Plato; 3 en Santa Marta; 3 en Valledupar y más de 20 que han estado en observación en el hospital de Sabanas de San Ángel.

Teófilo Ariza, cabildo gobernador del resguardo de los indígenas chimilas, muestra su preocupación por tal circunstancia y espera con ansiedad que “ojalá los médicos logren arrancar de las manos de la muerte a todos los enfermos”.

Pero un episodio lamentable se experimenta en la propia municipalidad, por cuanto varios de los pacientes indígenas dados de alta se ven por sardineles y el parque central sin mayor ayuda asistencialista que la que brindan sus congéneres.

NECESITAN ALBERGUE

Pese a que el resguardo está localizado a sólo 14 kilómetros de San Ángel, a donde algunos de los enfermos pueden regresar a lomo de mula, el cabildo gobernador ve necesario que el gobierno, ya sea a escala municipal, departamental o nacional, colabore con la etnia instalando un albergue temporal en la cabecera para que su recuperación sea efectiva.

“Está demostrado que los enfermos deben permanecer en el pueblo para que el médico les haga seguimiento. Si ellos regresan igual como llegaron, la epidemia nunca se podrá controlar”, indicó Ariza.

Por eso ve necesario que a mediano plazo se construya en el casco urbano una Casa Indígena que cumpla ese propósito de manera permanente, para socorrer a los enfermos y cumplir la cuarentena que los padecimientos requieren.

Teófilo Ariza, anunció que en el curso de la semana el lunes el Instituto nacional de Salud estará revelando detalles de la extraña enfermedad respiratoria, “ojalá para descartar las especulaciones surgidas en torno a la temida AH1N1”, según manifestó.