¡No
siempre se le gana al toro!
Como
Jesús Manuel Fontalvo Cayón fue identificado el joven que salió gravemente
herido en el curso de la última corrida del ciclo taurino en el corregimiento
de Pueblo Nuevo, en el marco de las festividades en honor a San Martín de Loba.
El
primer parte de los facultativos en la corraleja dice que el inexperto recibió
una herida por asta de toro de varios centímetros que comprometió la comisura
de los labios y seccionó el musculo maxilar para después destrozar la zona
bucal.
Tras
ser trasladado a Plato se confirmó el dictamen. Allí los médicos precisaron que
se trataba de una “herida inciso-contusa y anfractuosa desde la región
supraclavicular hasta la comisura labial ipsilateral, con avulsión dental en el
maxilar superior, así como laceración severa de la musculatura lingual y suelo
de la boca”.
Los
galenos tuvieron que emplearse a fondo con el paciente remitido, dado que además
de la fuerte infección, las lesiones obstruyeron las vías aéreas y provocaron ‘shock’
hemorrágicos en más de una ocasión.
El
herido aún se mantiene bajo pronóstico reservado y requerirá si llega a
recuperarse, de una costosa terapéutica quirúrgica correcta para no perder el
habla e ingerir alimentos convenientemente.
Estos
casos de herida por asta de toros suele ser de gran reto para los médicos en la
sala de emergencias, si se toma en cuenta que la fuerza desarrollada por los
cuernos en el impacto es de enorme violencia; pero más aún, porque la herida
por asta de toro es una herida sucia; la flora bacteriana es
mixta que incluye los gérmenes anaerobios y los aerobios Gram. (+) y Gram. (-),
donde el riesgo de infección , según diversas series de la bibliografía médica,
se sitúa entre el 22 y 43 %.
En España también se ven las impactantes cornadas |
De
acuerdo con una explicación del Dr. Miguel Fernández Ruiz, cirujano de la
Enfermería de la Plaza de Toros de La Ribera. Logroño (La Rioja), “…los toros
de lidia tienen un peso promedio de 400 a 500 kilogramos y alcanzan velocidades
de 30 a 35 kilómetros por hora, con una fuerza representada por su gran masa
muscular en el cuello y los cuartos traseros; se calcula que en su cornamenta
es capaz de sostener tres veces su peso. Estas características de velocidad,
peso y fortaleza explican la severidad y magnitud del trauma que producen
cuando embisten al lidiador que en promedio pesa 70 kilogramos. Las lesiones en
su gran mayoría son producidas por las astas del toro, las cuales causarán
menor o mayor daño dependiendo de su configuración, aspecto del extremo del
asta, trayectoria y fuerza del animal, que se incrementa con la velocidad que
éste tenga. Son en realidad heridas parecidas a las de guerra o las producidas
por una bala o proyectil”.
REPENSAR
LA FIESTA
Las
autoridades son ahora más conscientes de la necesidad de aplicar un reglamento
taurino para todo Ariguaní, donde no solo se salvaguarde el espectáculo y se asegure
la protección de los caballos, sino también para evitar que menores de edad
salten al ruedo sin ningún tipo de experiencia para enfrentarse a toros de más
de 500 kilos y peligrosamente astifinos.
Cabe
recordarse, que el departamento del Magdalena es uno de los pocos entes territoriales
de la Costa que no posee un reglamento taurino y sus municipios son casi que
totalmente ignorantes de estas herramientas legales que ayudarían a preservar
la vida.
Ya
es tiempo que en torno a esto se escuchen propuestas…
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