¿Por fuera como
la guayabera?
El hospital de
Ariguaní ha quedado “por fuera como la guayabera”, tal como dirían por estas
calentanas tierras aquellos que esperan algo, pero que al final los pasan por
manteca.
Es decir, “al
bueno lo premian con cobre y al malo con mil maravillas”, como dejó calcado en
una canción el inmortal compositor, Leandro Díaz.
No solo ha
sucedido que el Ministerio de Hacienda ha optado por comprar la millonaria
cartera deficitaria de los hospitales públicos del Magdalena, con lo cual se refrendan
los métodos corruptos con que se desangra al Estado, sino que también ahora el
Gobierno anuncia el destino de otro paquete salvavidas para premiar la mala
gestión en muchos de los centros asistenciales.
El primero en
sacar pecho de esto, que de bueno poco tiene, es el propio mandatario
seccional, tal como lo destaca la prensa a su favor en días recientes, cuando
dice que …“gracias a una gestión del Gobernador Luis Miguel Cotes Habeych ante
el Ministerio de Salud, el Departamento del Magdalena recibirá recursos por
valor mayor a los 1.600 millones de pesos, donde serán beneficiadas 17 ESE de
la Red Pública, a través del proyecto
denominado “Fortalecimiento de la capacidad instalada para la prestación de
servicios de salud a nivel nacional”.
Los recursos
serán utilizados para los procesos de modernización del equipamiento biomédico
y los procesos de modernización de la capacidad instalada de las ESE que
prestan servicios de baja y mediana complejidad, esta última para el componente
de infraestructura, con el fin de mejorar el servicio a los usuarios.
Zandra Castañeda
López, Secretaria Seccional de salud del Magdalena, dijo al conocerse el
anuncio desde Bogotá que este es un reconocimiento a la gestión que ha venido
haciendo el señor gobernador Luis Miguel Cotes Habeych, que en coordinación con
el Ministerio de Salud y Protección Social, se ha empeñado en robustecer la red
hospitalaria y garantizar la atención como debe ser a nuestros pacientes, por
demás cumpliendo lo que está establecido en el Plan de Desarrollo que es el
fortalecimiento de la red pública hospitalaria.
Sin embargo, siendo el Hospital ‘Alejandro
Maestre Sierra’ el de mejor desempeño en los últimos años, solo se le tiene en
cuenta para migajas, dándole alguna u otra cosita que sirve de contentillo.
No así para
otros, que a pesar de estar en quiebra permanente, todo les cae del cielo, como
es el caso de la ESE Hospital Cerro de San Antonio, ESE Hospital San Cristóbal
de Ciénaga, ESE Hospital Local de Concordia, ESE Hospital Samuel Villanueva de
El Banco, ESE Hospital San Rafael de Fundación, ESE Hospital Nuestra Señora del
Carmen de Guamal, ESE Hospital Local de Nueva Granada, ESE hospital local de
Pedraza, ESE Hospital Local de Pijiño del Carmen, ESE Hospital Fray Luis de
León de Plato, ESE Hospital Local de Remolino, ESE Hospital Local de Sabanas de
san Ángel, ESE Hospital Local Nuestra Señora Santa Ana, ESE hospital Local
Santa Bárbara de Pinto, ESE Hospital Local de Tenerife, ESE Centro de Salud de
Zapayán, y ESE Hospital Local de Zona Bananera.
Estos hospitales
a más tardar el 30 de agosto del 2015 deberán haber hecho la inversión de los
recursos por la que fueron beneficiados según resolución 5807 del 22 de
diciembre de 2014, emitida por el Ministerio de Salud y Protección Social, la
que se verá reflejada en equipos como: camillas, monitores,
electrocardiógrafos, instrumentos para odontología y enfermería, entre otros.
Pero las cosas
no paran ahí, porque hasta el momento nadie ha descartado el rumor que circula
y que tiene que ver con la intención de la Gobernación, dentro de ese plan
mejoramiento de la red hospitalaria, de fusionar al hospital de Ariguaní con el
Fray Luis de León de la vecina municipalidad de Plato.
¿Cómo así?
Tal cual como
puede leerse. Eso no ha
ocurrido porque existe un gerente y un equipo humano acompañante comprometidos
con la institución de salud que ya es patrimonio de los ariguanenses. Ha habido
tan buenos resultados financieros y logros muy altos a nivel de servicios, que
les ha quedado grande la idea, de por sí descabellada e incongruente con la
realidad administrativa que ayudaron a forjar gerentes visionarios como Luis
Castrillo Gámez, Lilibeth Vides Reales, y actualmente, Luis Clímaco Meriño
Cantillo.
Este es un
reclamo que exige expresa consideración con un hospital de primer nivel al que nadie ha
puesto en tela de juicio por malos manejos, desidia, corrupción o cualquier
cosa que se le parezca.
Es la hora de
alzar la voz, para que el HAMS (Hospital Alejandro Maestre Sierra) sea incluido
en ese paquete de 1.600 millones de pesos con los que se pretende optimizar la
red pública de salud en el Magdalena y siga en esa ruta de mejoramiento
continuo.
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